¿Vuelve la bicicleta como medio de transporte más usado?: en Sáenz Peña queda sólo una fábrica
Ante el aumento en los precios de la nafta y boletos del transporte urbano, comienza a surgir nuevamente la bicicleta como opción económica más viable. En Sáenz Peña sólo resta una empresa comercializadora que fabrica este vehículo.
El boleto de colectivo en la provincia, según lo anunciado por funcionarios provinciales en los últimos días, podría comenzar a valer cerca de $ 1.000, planteando así el regreso de la comunidad a modos de transporte más tradicionales como, por ejemplo, la bicicleta.
En Sáenz Peña, esta situación es aún más grave. Hay líneas de colectivos que se encuentran de paro hace 10 días a causa de la quita de subsidios al sistema, pero además la compra de bicicletas también resulta un presupuesto duro de afrontar.
Bicicleterías Ariel es la única fábrica de bicicletas ubicada en la provincia, cuya sede se ubica en Sáenz Peña y registra más de 50 años en el mercado. Ariel Ávalos, en diálogo con Diario Chaco , relató las diversas crisis económicas que afectaron al sector durante los últimos años y cómo se encuentra el rubro de la producción en la actualidad.«La industria en general nunca tuvo un apoyo directo al menos en esta provincia, como tuvieron otros sectores. Nunca hubo ningún crédito a tasa subsidiada para la industria en general, o algún otro tipo de apoyo específico para poder desarrollarse», señaló.
Luego, afirmó que la empresa que dirige es la única que queda en Sáenz Peña, y que el resto de las existentes fueron desapareciendo. «En la ciudad tuvimos varias fábricas de bicicletas. Las últimas, más grandes, fueron en la década del 90: la fábrica La Veloz, y nosotros, que atendíamos nueve provincias del país. Esa época de los 90 fue nefasta para la industria».
La compra de bicicletas mantuvo en auge al sector hasta, estima Ávalos, 2020. Luego de la pandemia, las ventas comenzaron a descender por razones económicas. Ávalos estima que las ventas, comparadas con el año 2022, bajaron en casi un 70%. «Nosotros vendíamos muchas más bicicletas cuando estaba todo cerrado, que ahora», confesó.
En la actualidad, comprar una bicicleta también resulta una odisea. «Hoy a la gente no le alcanza para comer, y menos aún el guardar dinero para comprar una bicicleta. Además, el agravante de que se cortaron los planes de cuotas y lo que hay son muy elevados. De cada 10 personas que quieren comprar una bicicleta con tarjeta de crédito, a 9 no les da el límite entonces tratan de hacer todo tipo de ingeniería financiera», reconoció.
De esta manera, Ávalos afirmó que el grueso de clientes de la única fábrica restante son personas que «tienden a arreglar la bicicleta como medio de transporte o para sustituir algunas que ya tenían, porque no las pueden usar».
Consultado acerca de este cambio en la preferencia de transporte a causa de los costos que implica la conducción de un vehículo a nafta, el empresario indicó que «se nota mucho». «Mucha gente que había pasado de usar como medio de transporte a la moto, ahora están volviendo a la bicicleta. A lo mejor utilizan la moto los fines de semana o para ir al trabajo y nada más. Tratan de evitar otros usos, y buscan alternativamente la bicicleta. Se nota en los modelos de bicicleta que la gente elige», sintetizó.