Trotta criticó a Alberto Fernández por su salida del gabinete y lo culpó por el cierre de las escuelas en pandemia
Nicolás Trotta dijo no estar enojado, sino “sorprendido” por su salida del gabinete nacional. Dejó de ser ministro de Educación de la Nación el pasado viernes 17 de septiembre, cinco días después de la derrota electoral del oficialismo en las PASO. A casi 10 días de la reestructuración de funcionarios, manifestó sus críticas y responsabilizó a Alberto Fernández por la suspensión de la presencialidad en las escuelas durante la pandemia del coronavirus.
Trotta, en una entrevista con radio Mitre, aseguró que él quería mantener las aulas abiertas a pesar de la segunda ola de COVID-19, pero -dijo- el Presidente prefería otra cosa, retomar la virtualidad bajo el argumento de la segunda ola. “Durante toda esa semana previo a la decisión del presidente, desplegamos el camino que considerábamos correcto que implicaba no la suspensión, sino la restricción de la presencialidad porque la realidad epidemiológica era de gravedad”.
“Considerábamos que no era necesario suspender de manera total la presencialidad. El presidente manifestó una agenda distinta. Yo lo terminé conversando dos o tres días después: él me explicó sus razones. No era una decisión que le manifestaba como ministro de Educación, sino que tenía el acompañamiento de las referencias del campo epidemiológico. El presidente tomó una decisión que no compartí pero terminé acatando”, afirmó.
En virtud a su salida, el ex funcionario manifestó sorpresa por la decisión de ser reemplazado. “Veníamos trabajando fuertemente con un equipo en lo que para nosotros era central, que era fortalecer el diálogo con todas las jurisdicciones educativas. En un país federal la respuesta de la agenda educativa se construye a partir de la concertación con las 24 jurisdicciones. Ya estábamos transitando, afortunadamente con la mejora de los indicadores sanitarios, el desafío de la presencialidad plena y luego todo el esfuerzo para recuperar las instancias de inversión prioritarias en nuestra escuela”.
“Para nosotros fue una sorpresa. Pero es una decisión del presidente en cuanto a la conformación de sus equipos de cara a lo que debe ser la agenda para los próximos dos años, que no debe estar exenta de complejidades, porque una vez que se retire la pandemia, que fue como un tsunami para nuestra sociedad, veremos el impacto, las cicatrices que dejó la pandemia y la prepandemia, porque Argentina venía transitando una situación de marcada recesión económica”, agregó.
El ex ministro, que fue reemplazado en la cartera de educación por Jaime Perczyk, reconoció que aún no se ha comunicado con el presidente. Dijo que su última charla fue por una situación que se hizo pública. El 26 de agosto se conoció un video en el que la docente Laura Radetich, exaltada y a los gritos, exponía y cuestionaba a un alumno en plena clase de historia en la Escuela Secundaria Técnica Nº2 “María Eva Duarte”, de la localidad bonaerense de Ciudad Evita, partido de La Matanza.
“¿Que esto es gratis? ¿que porque tiene ojitos celestes no va a robar? Te robó. Te robó el futuro”, le dijo la docente con el tono de voz elevado e increpando al estudiante. “¿Y este no?”, le contestó el chico para indicarle si con el actual presidente, Alberto Fernández no ocurría lo mismo. “No me robó nadie, nadie te robó. vos podés venir acá y comer esta porquería porque te lo da el Estado. Andá a pagar con el sueldo de tu papá una escuela privada como esta… andá dale, andá!”, atacó la docente.
Alberto Fernández respaldó la actitud de la profesora. Dijo: “Que haya tenido ese debate es formidable porque abre la cabeza de los alumnos”. Nicolás Trotta, por su parte, ordenó la separación de la docente de su actividad y manifestó, en aquella oportunidad: “Eso no es docencia. Puede haber intercambios en la escuela secundaria y en el nivel superior, y es saludable hacerlo, pero en otras condiciones. El maestro, el profesor y la profesora no pueden imponer su perspectiva, sino respetar la mirada y la pluralidad, tratando de generar pensamiento crítico”.
“Con el presidente hacía varias semanas que no tenía diálogo -dijo Trotta hoy en una entrevista radial-. La última discusión que tuvimos fue pública, en el marco de la discusión sobre la docente de La Matanza.
Me expresé como el ministro de Educación se tenía que expresar, impulsé las medidas que el ministro de Educación tenía que impulsar. Y el presidente tuvo una mirada distinta, desde ese momento no recuperamos las instancias de diálogo”. El ex funcionario contó que un día antes de que el presidente avalara el comportamiento de la docente, el mandatario le manifestó que sus declaraciones no habían sido adecuadas.
Trotta, a su vez, también evidenció sus reparos con la reconversión del gabinete y la crisis política desatada dentro del fuero interno de la coalición de gobierno. Criticó la carta pública de la vicepresidenta Cristina Kirchner, la avanzada de dirigentes peronistas que sometieron al presidente a través de la presentación de renuncias y habló del debilitamiento del oficialismo. “Las renuncias siempre están a disposición del presidente porque él puede cambiar a cualquier funcionario cuando lo disponga. Ahora, la presentación pública de renuncias, cuando el presidente el día posterior a las elecciones había manifestado que no iba a realizar ningún cambio de gabinete hasta después de las elecciones generales de noviembre, debilita a nuestro frente electoral. Todas esas discusiones las tenemos que dar hacia adentro de nuestra fuerza política. Cualquier diferencia de estilo, de prioridades, de despliegue, de agenda, que son legítimas, se debaten hacia adentro de toda fuerza política. La discusión en los medios de comunicación termina debilitando la fuerza que tiene cualquier gobierno”.
“Estoy muy comprometido con nuestro frente político pero también considero que debemos retomar algo que en nuestra gestión educativa nunca renunciamos, que es al diálogo como herramienta de construcción de las políticas públicas. El concepto básico de nuestra campaña en el 2019, luego de años muy difíciles para la Argentina, era unir a los argentinos. No tenemos que renunciar a esa vocación de concertación de diálogo”, concluyó.