Ritual Mortal
Los Detalles Del Juicio Que Conmociona A Corrientes Por La Muerte De Un Joven Soldado
La fiscalía pide penas ejemplares para los acusados del homicidio de Matías Chirino, el joven subteniente fallecido en un «ritual de iniciación».
Con la frase «Jugaron a la ruleta rusa con la vida de tres soldados», el fiscal general Carlos Schaefer expuso una de las acusaciones más graves que afrontan siete oficiales del Ejército Argentino, señalados como responsables del homicidio de Matías Chirino, un joven subteniente fallecido en junio de 2022 en Paso de los Libres, Corrientes, tras un violento «ritual de iniciación». La Fiscalía también pidióp penas de ocho años para otros dos oficiales, a quienes consideran partícipes secundarios.
El caso Chirino expone las aparentes prácticas abusivas dentro del Grupo de Artillería de Monte 3, donde los acusados obligaron a los subtenientes Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza a comprar bebidas alcohólicas costosas y cigarrillos para una cena en honor a los oficiales.
Según la fiscalía, el 18 de junio de 2022, en una noche marcada por el consumo excesivo de alcohol y ejercicios impuestos, los soldados soportaron condiciones de maltrato físico y psicológico que llevaron a Chirino a un estado de inconsciencia. Sin asistencia médica adecuada, su muerte se certificó como una asfixia por autoaspiración en el hospital San José.
A lo largo del juicio, iniciado el 8 de octubre, se han presentado los testimonios de 31 personas, incluyendo a Chaile y Meza, quienes confirmaron la existencia de un sistema de «prendas» y castigos. Los oficiales imponían reglas de burla y sometían a los soldados a sanciones físicas y humillaciones, como ingerir bebidas alcohólicas de golpe y hacer flexiones. En el caso de Chirino, los testimonios sugieren que debió consumir alcohol en grandes cantidades en poco tiempo, después de haber salido a comprar más bebidas bajo amenaza de represalias.
La fiscalía sostuvo que, a pesar de la evidente intoxicación de Chirino, los oficiales lo abandonaron en una habitación fría, sin abrigo ni medidas preventivas para evitar el riesgo de asfixia.En la madrugada del 19 de junio, una enfermera del Ejército, alertada por un oficial, encontró al joven sin signos vitales. Las pruebas médicas revelaron que al momento de su muerte, Chirino presentaba un nivel de alcohol en sangre de 2,2 gramos por litro, lo que indica un estado cercano a la inconsciencia.
En su alegato, Schaefer dijo que las acciones de los acusados fueron planeadas y que los soldados ingresaron a la unidad con miedo ante la insistencia de sus superiores. «Matías le dijo a su padre: ‘Te lo juro, viejo. Estoy cagado de miedo’», relató el fiscal en referencia a una última llamada telefónica de Chirino. Además, Schaefer subrayó que los actos abusivos y la privación de celulares a los soldados permitieron que los oficiales tuvieran un «control absoluto» sobre sus movimientos aquella noche.