Mondo Duplantis, el espectacular atleta que todos quieren ver recogió el legado de Usain Bolt
El sueco batió nueve veces el récord del mundo, iniciando con 6.17 el 18 de febrero de 2020 en Torun y alcanzando los 6.25 de ayer, que no parecen ser su límite.El fútbol mundial tiene un Messi, el tenis tiene un Djokovic –ambos ya en el crepúsculo, igualmente fabuloso, de sus campañas- y el atletismo tiene un Duplantis. «Mondo» Duplantis es el heredero de Usain Bolt en las convocatorias masivas de su deporte, como se exhibió ayer ante un rendido Stade de France cuando le añadió un récord mundial a su asegurada medalla de oro. Es un ticket que cada vez se ve menos y cada vez vale más en el atletismo de primer nivel.
Por supuesto, el atletismo es un deporte variado entre las distintas fases de las carreras, los saltos o los lanzamientos, pero si pocos podrán rivalizar con Duplantis en la conjunción de su calidad técnica, carisma y mentalidad de competidor.
Dada la superioridad que ejerció sobre sus rivales, ahora resta saber hasta qué dimensión llevará su especialidad, el salto con garrocha, una de las más espectaculares de toda la programación atlética.
Este salto figura en la agenda olímpica desde la restauración de los Juegos en Atenas 1896 (es una de las 13 «supervivientes»). Los atletas de Estados Unidos ejercieron un dominio absoluto, ganando 19 de las 31 ediciones disputadas hasta ahora y fueron imbatibles hasta Munich 1972, cuando pudo triunfar un alemán del Este, Wolfgang Nordwing.
Y en más de un siglo, solamente un hombre antes que Duplantis pudo triunfar dos veces en los Juegos: Bob Richards quien, tras su medalla de bronce en Londres 48, ganó las dos ediciones siguientes (Helsinki 52, Melbourne 56). Richards era un pastor protestante que, en el medio de sus triunfos olímpicos, también pasó por Buenos Aires ya que ganó la edición inaugural de los Juegos Panamericanos, en 1951. A su retiro del deporte se convirtió en un hombre bastante popular en su país, no solo por su prédica religiosa sino por la publicidad que hacía de productos dietéticos… pero terminó como un postulante del extremismo de derecha –fue candidato a la presidencia en los 80- y murió el año pasado, a los 97 de edad.
El salto con garrocha, mientras tanto, había producido una revolución técnica desde la década del 60. Primero, con la introducción de las garrochas de fibra de vidrio, las conocidas «fiber glass», en lugar del rudimentario aluminio que se utilizaba hasta entonces. Y a la par de los cambios de elementos, también el acelerado cambio en las técnicas de saltos y de preparación física, dio lugar a varias generaciones de saltadores muy dotados, en su mayoría procedentes de la gimnasia artística.
El mayor exponente fue Sergey Bubka, un ucraniano que se puede considerar –hasta el advenimiento de Duplantis- como el garrochista más grande de la historia. Fue el primero en alcanzar y superar la barrera de los 6 metros, que hasta poco antes se consideraba inaccesible. Ganó en cinco oportunidades consecutivas el título mundial al aire libre (que al principio se disputaba cada cuatro años) y batió el récord del mundo ¡35 veces! (claro que parecía sencillo para él y lo iba moviendo a voluntad, centímetro a centímetro). Pero desde su alejamiento del deporte a los 35 años, pasarían dos décadas hasta que otros atletas se acercaran a la vara que él había dejado tan alta.
Tal vez, la cuenta pendiente –no del todo- para Bubka fueron los Juegos Olímpicos. No pudo asistir a Los Angeles 84 por el boicot de la URSS y los países del área socialista. En Seúl 88 consiguió su ansiada medalla dorada, sufriendo hasta el final ante su compañero Rodion Gataulin. Y en Barcelona 92… quedó sorpresivamente en blanco en la altura inicial.
Desde hace algún tiempo, la Federación Internacional (World Athletics) decidió unificar los récords mundiales en pruebas de saltos y lanzamientos, se logren en pista cubierta o al aire libre. Anteriormente, eran tablas separadas. La marca absoluta que dejó Bubka era 6.15 metros, en 1993, y recién fue batida por el francés Renaud Lavillenie en 2014.
Apareció Duplantis y no solo heredó todos los títulos de aquellos –olímpicos, mundiales outdoor e indoor, europeos- sino que ya batió nueve veces el récord del mundo, iniciando con 6.17 el 18 de febrero de 2020 en Torun y alcanzando los 6.25 de ayer, que no parecen ser su límite.
Duplantis tiene todos los atributos físicos y técnicos para ser un garrochista de excepción, pero le viene desde la cuna. Su padre, Greg, fue un destacado especialista (5.80 metros en la década del 80) y su madre, Helena Hedlund, también sobresalió como atleta de pruebas combinadas, reuniendo más de 5.300 puntos en el heptathlon. Y a la vez, el padre de Helena era intructor de un club de atletismo en Suecia… Los tres hermanos de «Mondo» son deportistas federados y al chico –tenía apenas tres años- le instalaron una corredera para que comenzara con el salto con garrocha.
Duplantis nació en Lafayette, Louisiana, y en algún momento debía decidir su representación: Estados Unidos o Suecia. Su elección fue rápida y desde entonces pasea triunfalmente los colores de Suecia por todo el mundo atlético. Invencible.