La soja toca precios mínimos en más de una década
La guerra comercial entre Estados Unidos y China y una enfermedad que afecta al ganado porcino del país asiático, principal comprador de la oleaginosa, presionan sobre el cultivo que genera más divisas en la Argentina.
En plena liquidación de la cosecha gruesa, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China y una enfermedad que afecta al ganado porcino del país asiático llevaron a la soja a los precios más bajos en más de una década en el mercado de Chicago, referencia mundial para las negociaciones de granos y oleaginosas.
Los precios de la soja a julio tocaban este lunes los 291 dólares por tonelada precio más bajo en diez años y medio. Los contratos a mayo se negociaban en torno a los 287 dólares por tonelada, con una baja de 6 dólares desde el cierre del viernes.
Los precios de Chicago sirven como parámetro para las cotizaciones de los commodities de todo el mundo. En el caso argentino, por la soja local se paga una «prima» que puede ser por debajo o por encima de esa referencia, en función de las condiciones particulares del mercado. En este caso, explica el especialista Gustavo López, de Agritrend, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China puede afectar a los envíos del país del norte -principal productor de soja- al asiático -principal comprador-, los contratos por soja argentina o brasileña caían menos.
La semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció por Twitter que las negociaciones comerciales con China estaban estancadas y que implementaría nuevos aranceles a las importaciones de ese país. Este lunes, China replicó con un incremento de impuestos a productos estadounidenses y los mercados tambalearon.
Por otro lado, una peste que afecta a la producción porcina china -que se alimenta con la soja que le compran al mundo- pone en duda las cantidades de oleaginosa que comprará el gigante asiático. «La peste porcina hace que la demanda de soja vaya bajando», dijo López.
Como consecuencia, China comprará mas cerdo al mundo. Días atrás, el presidente Mauricio Macri anunció que la Argentina enviaría porcinos a ese país, que ya se lleva tres de cada cuatro dólares de carne vacuna que se venden al exterior.
Según López, el mercado también recibió de mala manera estimaciones de producción del Departamento de Agricultura estadounidenses (USDA), que proyectó que los productores de ese país se volcarían a sembrar maíz en vez de soja. Si bien eso debería hacer subir los precios de la oleaginosa (por menor producción esperada), condiciones climáticas adversas hacen prever a los corredores de granos que la siembra del maíz se retrasaría y eso presionaría sobre mayores cantidades de soja, en momentos en que cae la demanda.
Si China compra menos soja y derivados a los Estados Unidos, sin embargo, debería compensar esos envíos -afectados por la peste porcina- con adquisiciones a otros grandes países agroexportadores. «Si los estadounidenses exportan menos y los chinos se vuelcan a Sudamérica, por más que en Estados Unidos haya mucha soja, probablemente haya mejores precios en la Argentina y Brasil», dijo López.
Por ahora, esa expectativa no se ve y los precios locales sufren los vaivenes internacionales. Según López, la caída del precio internacional provocaría un menor ingreso de divisas del orden de los 900 o 1000 millones de dólares.