La Justicia ordenó la clausura de un módulo en el Complejo Penitenciario de Sáenz Peña
Los 22 reclusos alojados estaban alojados en «sucias, nauseabundas, húmedas, oscuras y peligrosas». La higiene era calificada como «deplorable» con la mayoría de las celdas sin acceso a agua potable.
La Justicia de Chaco ordenó la clausura del Módulo VII del Complejo Penitenciario II de Sáenz Peña, debido a las condiciones inhumanas en las que se encontraban los 22 reclusos alojados en el lugar. La clausura se llevó adelante este miércoles por la mañana, luego de que se constate que las instalaciones eran «sucias, nauseabundas, húmedas, oscuras y peligrosas».La higiene era calificada como «deplorable», con la mayoría de las celdas careciendo de instalaciones sanitarias adecuadas y sin acceso a agua potable.
La decisión fue tomada por la Cámara Primera en lo Criminal de Sáenz Peña, bajo la supervisión del Juez Rodolfo Lineras, y se basa en la sentencia N° 76 emitida por el magistrado.
El informe del Comité fue contundente: describió las celdas del Módulo VII como Los 22 reclusos permanecían encerrados en sus celdas las 24 horas del día, sin acceso a luz natural, durmiendo en colchones rotos y húmedos en el suelo, mientras que las conexiones eléctricas eran precarias y solo algunos calabozos del piso inferior tenían acceso a agua por dos horas al día.
El Juez Rodolfo Lineras en su sentencia N° 76 había admitido que en el mencionado pabellón las celdas «son sucias, nauseabundas, húmedas, oscuras y peligrosas». Además, la «higiene en ellas es deplorable, carecen de instalaciones sanitarias adecuadas, la mayoría no dispone directamente de conexión de agua potable».
«En este módulo están alojadas 22 personas. Permanecen encerradas en sus celdas las veinticuatro horas del día, sin acceso a luz natural. Todos los colchones están rotos y húmedos, por lo que los internos duermen en el suelo. Las conexiones eléctricas son precarias, las celdas carecen de duchas y solo los calabozos del piso de abajo tienen acceso a agua durante dos horas al día», dijo el Comité en su informe.
A raíz de estos hallazgos, el juez Lineras había ordenado previamente una serie de medidas correctivas y preventivas que debían ser implementadas por la Jefatura del Servicio Penitenciario y de Readaptación Social y el Ministerio de Gobierno del Chaco. Sin embargo, estas medidas no fueron cumplidas, lo que llevó a la clausura del módulo.
Con la clausura, queda estrictamente prohibido el ingreso y la permanencia de personas privadas de libertad en el Módulo VII, bajo apercibimiento de la ley. La clausura solo se levantará una vez que se subsanen las graves deficiencias edilicias, lo que será verificado mediante una inspección del Gabinete Científico Judicial.