La Iglesia pide un ingreso universal de emergencia tras la pandemia de coronavirus
Sería para trabajadores de la economía popular, informales y para aquellos que tienen trabajos precarios y no cuentan con cobertura social.
El presidente del Episcopado Argentino y Obispo de San Isidro, Monseñor Oscar Ojea, mencionó la la posibilidad de «instaurar un salario universal de emergencia» para paliar las consecuencias de la pandemia de coronavirus, «no solo para aquellos que trabajan en la economía popular sino para tantos trabajadores informales que tienen trabajos precarios y que no tienen cobertura social».
El Presidente de la CEA expresó que en este contexto «el Papa Francisco nos ha hablado de la posibilidad de instaurar un salario universal de emergencia, no solo para aquellos que trabajan en la economía popular sino para tantos trabajadores informales que tienen trabajos precarios y que no tienen cobertura social».
«Esta propuesta ha sido apoyada por la Comisión para América Latina de las Naciones Unidas; hay una gran sensatez en sentarnos para pensar, y ´repensar´ el mundo que vamos a vivir, para regenerarlo, para volverlo a hacer de nuevo y aprovechar esta oportunidad, no para echarnos las culpas unos a otros, no para acentuar nuestras divisiones y nuestras heridas históricas, porque ante un peligro común tenemos que unirnos», agregó en declaraciones a través de un videomensaje para la Oficina de comunicación y prensa de la Conferencia Episcopal Argentina.
Monseñor Ojea dijo que: “Hoy es el peligro de la pandemia que se ha salido de madre, que no podemos controlar. Mañana será el gran problema del hambre y de la desocupación. Tendríamos que sentarnos todos a la mesa a repensar, incluso aquellos que trabajan en la economía popular no pueden seguir recibiendo subsidios considerándose como asistidos, sino que tienen participar activamente del proceso y sentarnos todos para poder escucharnos y unirnos”.
“Hemos celebrado los 200 años de Manuel Belgrano, la Iglesia Católica celebra la beatificación de Fray Mamerto Esquiú, dos figuras que amaron tanto a la Patria y que amaron inmensamente a los pobres con una gran fe en Jesús y la Virgen. Aprovechemos estos dos grandes ejemplos para poder plantear para el país una mesa grande en la que nos podamos sentar todos para pensar como salimos”, concluyó.