Hubo 200 madres víctimas de femicidio en diez meses
Un reciente caso en la localidad santiagueña de Quimilí engrosa la dramática estadística de un flagelo que parece no tener fin. «Debemos reflexionar como sociedad», sostuvo el abogado Julio Torrada
El miércoles pasado, el cuidador de una estancia en Santiago del Estero, identificado como Gastón Rodríguez, de 28 años, asesinó a su esposa Soledad Escobar, de 24, y a su hijo Mateo de 6. El hecho fue cometido con una escopeta. «Yo voy a salir de este pozo y nuestra relación va a cambiar. Todo va a estar mejor», había escrito el agresor en un cuaderno, antes de cometer el aberrante hecho. La pareja tenía otros dos hijos, mellizos de dos años, que en ese momento estaban al cuidado de la abuela materna. Dentro del drama de los femicidios en Argentina, los episodios que tienen como víctimas a mujeres que son madres ya son 200 en este 2019.
«El Día de la Madre tiene un costado oscuro, que debemos reflexionar como sociedad. El 80% de los femicidios que registran los medios de comunicación en nuestro país tienen como víctimas a mujeres que son madres. Este año la cifra es de 200 desde el primer día de enero hasta finales de septiembre. La enorme mayoría de estos episodios son perpetrados por parejas o ex de las mujeres, en situaciones cometidas intramuros, es decir en los propios domicilios de las mujeres. Unos 8 niños por semana quedan huérfanos de madre por femicidios con estas características», sostuvo el abogado Julio Torrada, de la organización civil «Vivas las queremos».
El caso mencionado al comienzo es paradigmático de una tragedia que se repite en el pais de manera cotidiana. Todo ocurrió en la localidad santiagueña de Quimilí, y las víctimas fueron encontradas en una zona de bebederos de animales. El femicida realizó tres disparos con la escopeta calibre 12 milímetros. Uno contra el niño de seis años, el segundo fue dirigido a la mujer y el tercero lo utilizó para suicidarse. Su cadáver fue hallado a unos siete metros de donde estaban las víctimas. «Soledad venía alertando a su familia y grupo íntimo que la relación de pareja con Gastón Rodríguez venía con problemas de violencia», señaló un vecino de la zona, que ayudó a la policía a ingresar a la finca.
Desde la organización «Vivas las queremos», el abogado Julio Torrada explicó: «En los casos con víctimas que son madres también debemos destacar que más de la mitad realizó denuncias previas a registrados los femicidios, sin embargo los alertas fueron ignorados completamente por los organismos del Estado, y es así que las cifras de este drama de los femicidios contabiliza 250 en los primeros nueve meses del año y proyectamos que terminará el año con una cifra superior a las 300 víctimas fatales».
«Este Día de la Madre se disfruta la jornada con nuestras mamás o se las recuerda, pero debe ser también un día de reflexión, y tener presentes a todas las mujeres que resultaron víctimas de femicidios, que no están con sus hijos porque fueron asesinadas. Incluso, con el agravante en infinidad de casos como el de Quimilí donde también les matan a los hijos. Se trata de mujeres y madres cuyos hechos se podrían haber evitado con políticas públicas integrales. Las denuncias se hacen al servicio de emergencias 911, en las comisarías de la mujer, en fiscalía, juzgados, organizaciones feministas y otros espacios. Se animan con todo lo que implica romper el muro de silencio y miedo de la violencia. Y no reciben ayuda. Como mucho, un papel con una orden perimetral, que las revictimiza, ya que es la propia mujer quien debe llamar a la policía si el agresor viola las restricciones. Los femicidas matan cuando quieren», dijo Torrada.
Finalmente, el especialista manifestó: «La administración nacional que gobierna desde 2015 tal vez tenga buenas intenciones respecto a los problemas relacionados a la violencia machista, pero no alcanza, hace falta trabajar muchísimo, contar con gente comprometida, y utilizar las herramientas que tenemos, como la ley 26.485 para erradicar la violencia, disponer de los recursos necesarios, ya que 11 pesos por mujer víctima es lo que cuesta una bolsa de residuos, justamente donde terminan los cadáveres de muchas mujeres asesinadas en femicidios».