“Hasta siempre Rosa, mujer valiente”
Rosa Grillo, de 115 años, falleció este martes en la zona rural Lote 40 de «El Martillo», ubicada a unos 30 kilómetros de la Planta Urbana de Colonia Aborigen. La abuela Qom había sido clave en la causa judicial que, casi un siglo después, culminó el año pasado con una condena al Estado nacional por “genocidio” por la matanza de más de 400 indígenas.
“Hasta siempre, mujer valiente». Con esas palabras, Cristina Fernández de Kirchner despidió a Rosa Grillo, la última sobreviviente de la matanza de 400 indígenas del Chaco que pasó a la historia como la Masacre de Napalpí. El gobierno provincial decretó tres días de duelo y asueto para los y las trabajadoras estatales miembros de alguna comunidad originaria.
La muerte de Grillo se dio a conocer hoy pero ocurrió ayer, según lo confirmaron sus familiares que vivían junto a ella en la zona rural Lote 40 de «El Martillo», ubicada a unos 30 kilómetros de la Planta Urbana de la localidad de Colonia Aborigen. Su testimonio fue clave en la causa judicial que, casi un siglo después, culminó el año pasado con una condena al Estado nacional por “genocidio”. En este crimen de lesa humanidad fueron asesinados el padre y varios familiares de Rosa.
El testimonio de Grillo
Grillo tenía 7 años cuando declaró por primera vez sobre ese hecho en la «Reducción de indios Napalpí», creada durante el gobierno de Roque Sáenz Peña para explotar laboralmente a los pueblos originarios de la región. En 2019, el Congreso Nacional le rindió un homenaje impulsado por diputados justicialistas. Allí, Grillo pidió una reunión con la expresidenta Cristina Kirchner quien la recibió en el Instituto Patria.
Patria. «Me hace doler el corazón cuando preguntan por mi papá y esto a mí me duele porque yo no lo pude conocer», contó la mujer. Grillo declaró en el juicio por la verdad que culminó en julio de 2022. La jueza federal Zunilda Niremperger dictaminó «como hecho probado que existió responsabilidad del Estado nacional en los delitos de homicidio agravado y reducción a la servidumbre» y calificó esas acciones «como crímenes de lesa humanidad cometidos en el marco de un proceso de genocidio de los pueblos indígenas».
La muerte de la mujer que tenía entre 107 y 114 años (la estimación refiere a la falta de registros precisos de principios del siglo pasado en Chaco) fue confirmada por el gobernador Jorge Capitanich, quien declaró tres días de duelo provincial.
«Rosa ha sido una mártir y testimonio personal de las heridas del pasado que se generaron en uno de los capítulos más crueles de nuestra provincia pero también un gran ejemplo de reivindicaciones de los derechos de nuestras comunidades originarias, dejando un legado muy grande», escribió en Twitter.
Con información de Página 12