Habló el hombre que denunció a Marley: «No tengo odio hacia él»
Adrián Alfredo Molina, el hombre que denunció judicialmente a Marley por abuso sexual, brindó detalles del caso en el programa Intrusos, junto a su abogado, Martín Apolo, antes de que el conductor acusado negara lo sucedido .
Al ser consultado sobre el por qué decidió denunciar a pesar del tiempo que pasó, Molina afirmó: «Cuando somos pequeños las cosas no son procesadas en nuestra mente, mucha gente pasa por situaciones de traumas extendidos. Yo no tenía herramientas para darme cuenta«.
«Yo salí del closet cuando tenía 24 años y le mandé un correo a mis papás. Nadie sabía que era gay, él (por Marley) fue la primera persona en saberlo», añadió.
Sobre su relación con Marley, explicó: «Empezamos a chatear en 1996 aproximadamente, y esa conversación se trasladó a un mail. Por varios meses nos comunicamos así, no había fotos de intercambio en ese entonces».
«Cuando lo vi tenía un presentimiento que era Marley. Fui a Libertador y Oro, ahí paró un auto BMW polarizado. Entré y fui a su casa», dijo sobre el encuentro que tuvo con el conductor.
«No recuerdo palabras, recuerdo sensaciones. Recuerdo ver una persona muy grande para un auto muy chiquito, con una mirada intensa y sentirme muy pequeño», indicó Molina. «Era una persona que en mi conciencia tenía un elemento de confianza, de verdad, de ética, porque lo veía en la televisión de mi casa», agregó.
Sostuvo que la relación duró 3 años y que «siempre iba a la misma casa. No podía ir a otro lado porque él no quería. No quería ser asociado con hombres y menos con una persona diez años menor«. «Era ir a su casa por una determinada cantidad de horas. Comer, tener relaciones y me llevaba a mi casa en Palermo», manifestó el denunciante.
Reveló que «la situación se puso tensa cuando él se puso la intención de tener parejas mujeres, yo eso no lo podía entender». «Había pasado una situación particular que está descrita en la causa, y tenía dos opciones: o quedarme en un país donde lo tengo que ver todos los días en los medios, o irme y dejar todo atrás. Él lo facilitó y pagó el viaje de ida», señaló.
Sobre lo que recorrió para hacer la presentación judicial, comentó: «Hace dos años se hace una denuncia y empecé a conectar puntos. La primera persona que puso todo en contexto es mi pareja, que es abogado y él fue la única persona que me hizo las preguntas correctas».
Además, mostró confianza en la Justicia: «Quiero creer en la Justicia y por eso he viajado para dar mi denuncia, no tanto por el resultado para mí, sino para que la gente entienda que estas cosas pasan y que a veces salen mucho más tarde de cuando ocurrieron».
«Lo que diga la Justicia será la Justicia. Como una víctima de abuso por varios años, quiero dejar en claro que no soy una persona que le guste estar en los medios, esto no es fácil para mí», expresó.
«Mi proceso de sanación como ser humano, en este momento implica llamar a las cosas como fueron. Lamentablemente o no, en este caso, involucra a una persona de esta índole. Esta no es una vendetta, esta es mi verdad, me pasó a mí. Lo justo y lo correcto, es decir esa verdad para sanarse uno mismo», completó Molina.
Por su parte, el abogado aseguró: «En estos casos, la palabra de la víctima tiene preminencia. Lo han escuchado, hemos solicitado pericia psicológica y psiquiátrica justamente para determinar el daño que ha sufrido Adrián en orden al hecho denunciado, como así también determinar lo que establece la figura de la corrupción de menores».
Dijo que la carátula es Juicio por la verdad y que «no buscamos ningún redito económico. Y si quiere ofrecer dinero, se va a dar a cualquier organización que esté estudiando el grooming sexual».