Evocarán a Moncho Otazo, el gran explorador del Impenetrable chaqueño
En el marco del Congreso de Historia del Chaco, que arranca este miércoles en Sáenz Peña, habrá un capítulo especial para un apasionado por recorrer, conocer y divulgar los secretos de la naturaleza de nuestra Provincia.
Si alguien quedó fascinado en el cine por la saga de aventuras de Indiana Jones y sus expediciones, tal vez tenga la posibilidad de mirar puertas adentro del Chaco y encontrar una verdadera «vida de película». El 31 de agosto de 1944, en Colonia La Chiquita del Departamento Comandante Fernández nació Ramón Otazo a quien todos conocieron con el mote de Moncho. Con 24 años de edad realizó su primera expedición, con el objeto de observar la naturaleza chaqueña y se metió monte adentro. Desde entonces sus aventuras se sucedieron por más de 40 años de manera consecutiva. Con cada viaje fue trayendo testimonios y conocimientos de algunos rincones de nuestra geografía a la cual nadie había llegado. Una enfermedad terminal lo afectó y contra ella batalló un par de años, hasta fallecer el 11 de junio del 2014, a los 69 años de edad. El Museo que este investigador autodidacta había creado en su propia casa fue declarado patrimonio cultural de la Provincia.
Una evocación de su legado extraordinario será presentada en el marco del Séptimo Congreso de Historia del Chaco que se desarrollará entre el miércoles 14 y el viernes 16, Centro Cultural Club Social de Sáenz Peña. La «Asociación de Protección del Patrimonio Natural y Cultural de Moncho Otazo» hará justamente un rescate de su biografía.
En esta oportunidad, según se anticipó, la propuesta de refrescar la historia de Moncho hará foco en relatos sobre la infancia y adolescencia del expedicionario. Tal vez los años que menos se han difundido, pues él mismo contaba que solamente había completado estudios primarios porque su espíritu libre chocaba contra las obligaciones y reglamentos. La titular de la Asociación, profesora Irma Rivarola, junto con la doctora Laura Foussal (de quien Otazo fue paciente en los últimos años de vida) serán las responsables de esta semblanza muy esperada en el marco del Congreso.
Entre las grandes proezas logradas, Moncho Otazo navegó en varias oportunidades el río Bermejo, incluyendo los brazos y vertientes irregulares que se metían monte adentro del Impenetrable. Todo lo que él pudo documentar sirvió para avanzar en reconocer lo más profundo de un ecosistema que jamás había sido analizado con tanto detalle.