El primer ministro británico destituyó a un ministro por escándalo fiscal
Tras una investigación independiente abierta el lunes sobre el comportamiento de Zahawi en torno a un litigio con el fisco, «está claro que hubo una grave violación del código ministerial», escribió Sunak en una carta publicada por Downing Street.
«Por lo tanto, le informo de mi decisión de destituirlo de sus funciones en el gobierno de Su Majestad», escribió el dirigente conservador.
Tras las revelaciones en la prensa de que Zahawi pagó varios millones de libras al fisco británico para zanjar un litigio, el primer ministro delegó el lunes una investigación a su consejero ético independiente.
Zahawi pagó lo que debía al fisco, incluyendo sanciones, el año pasado, durante un breve periodo en el que fue ministro de Finanzas, bajo el gobierno del exprimer ministro Boris Johnson.
Después, con la llegada de Sunak a Downing Street a finales de octubre, Zahawi se convirtió en presidente del Partido Conservador y ministro sin cartera del gobierno.
El consejero ético Laurie Magnus concluyó que Zahawi tendría que haber declarado la investigación fiscal de la que era objeto y también tendría que haber puesto al día su declaración de intereses después de haber saldado su litigio con el fisco.
Magnus criticó las «omisiones» de Zahawi, que no tuvo «suficientemente en cuenta» los principios de la vida pública, que consisten en ser «abierto, honesto y un dirigente ejemplar con su propio comportamiento».
El caso estaba relacionado con la venta de partes del instituto de sondeo YouGov, que Zahawi había fundado en 2000, estimadas en un valor de 27 millones de libras esterlinas (33,4 millones de dólares al cambio actual), en una empresa de inversiones, Balshore Investments, registrada en Gibraltar y vinculada a la familia Zahawi.
Zahawi alegó una «negligencia» y no un acto deliberado en la gestión de este caso. Tras haber amenazado con acusar a la prensa de difamación, el domingo, en su respuesta a Rishi Sunak, expresó su preocupación por el comportamiento de varios medios de comunicación.
De 55 años, Zahawi, nacido en Bagdad de padres kurdos, llegó al Reino Unido de pequeño, donde amasó una gran fortuna antes de lanzarse a la política. En el gobierno, entre otros cargos, supervisó la campaña de vacunación contra el covid-19.
Sunak, al destituir a Zahawi, y no pedirle que sea él el que dimita, quiso reafirmar su autoridad, máxime después de que el dirigente prometiera «integridad, profesionalismo y responsabilidad» a su llegada a Downing Street.
Tras 13 años en el poder, los conservadores han visto su reputación salpicada por escándalos de conflicto de intereses. Esto ha llevado a aumentar las acusaciones de corrupción por parte de la oposición laborista, ahora en cabeza de los sondeos.
El año pasado, el propio Sunak, cuando era ministro de Finanzas, se vio inmerso en un escándalo fiscal.
La prensa reveló que su esposa, la multimillonaria Akshata Murty, de nacionalidad india, se benefició de un estatuto fiscal que le permitía evitar el pago de impuestos al fisco británico sobre sus ingresos en el extranjero.
Sunak quedó exonerado de haber infringido el código ministerial, pero su esposa tuvo que renunciar a este estatuto beneficioso, en un contexto económico difícil para la mayoría de los británicos, en plena disparada de la inflación.