El papa Francisco criticó la política económica argentina y aseguró que la pobreza en el país se debe a «una mala administración»
En una extensa entrevista, el papa Francisco criticó duramente la política económica de Argentina y aseguró que la pobreza del país se debe a una «mala administración».
El Sumo Pontífice habló sobre diversos temas en un reportaje brindado The Associated Press. Entre ellos, Francisco se refirió a las cuestiones económicas de Argentina, las leyes que criminalizan a la homosexualidad, sobre su estado de salud y descartó una visita al país.
«La pobreza está en un 52%, ¿qué pasó? mala administración, malas políticas», dijo el Papa al referirse a la situación que atraviesa el país.
Luego, se expresó sobre la inflación que tiene Argentina y la calificó que «en este momento tiene un nivel de inflación impresionante».
Sobre su estado de salud, el Papa afirmó que se encuentra bien pero fiel a su estilo, ironizó: «Por la edad que tengo, estoy normal. Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado. Y yo pido siempre la gracia, que el Señor me dé el sentido del humor».
También agregó que tiene una pequeña fractura en la rodilla por una caída se había curado sin cirugía, tras un tratamiento con láser y magnetoterapia.
EL PAPA FRANCISCO DIJO QUE LA HOMOSEXUALIDAD «NO ES UN DELITO, PERO SÍ UN PECADO»
El papa Francisco dijo que la homosexualidad «no es un delito», pero sí un «pecado» y advirtió sobre los obispos de algunas partes del mundo que respaldan a las leyes que criminalizan o discriminan a la comunidad LGBTIQ+.
El jefe de la Iglesia católica atribuyó la posición de algunos obispos a contextos culturales y dijo que deben atravesar por un proceso de cambio para reconocer la dignidad de todos. Dijo que deben tener un «proceso de conversión», y mostrar «ternura, como la tiene Dios con cada uno de nosotros».
Francisco dijo sobre la homosexualidad: «No es un delito, pero es pecado. Bueno, primero distingamos pecado por delito. Pero también es pecado la falta de caridad con el prójimo».
En esa línea, calificó de «injustas» las leyes contra la comunidad LGBTIQ+ y dijo que la Iglesia católica puede y debe trabajar para ponerles fin: «Tiene que hacerlo, tiene que hacerlo».