El gran interrogante ahora es: ¿A quién apoyarán los votantes de Bullrich?
El 23% obtenido por la candidata de Juntos por el Cambio es ahora el principal objeto de deseo de Sergio Massa y Javier Milei, los protagonistas exclusivos del balotaje de noviembre.
Tan pronto las tendencias del escrutinio del domingo se afianzaron, los dos candidatos que obtuvieron pasaje para el balotaje de noviembre, Sergio Massa y Javier Milei, comenzaron a diseñar una estrategia dirigida a quedarse con la mayor tajada posible del electorado que optó por otras fuerzas políticas. En esa franja, la porción más codiciada es el 23% que votó por Patricia Bullrich.
De hecho, tanto el discurso de Massa como el de Milei, ante sus respectivos seguidores, fueron cuidadosamente pensados para tratar de seducir a los votantes que ahora quedaron «huérfanos» de candidatos. Por la magnitud de su cosecha de sufragios, el mayor interés está puesto en quienes apoyaron a Juntos por el Cambio.
En verdad, es difícil saber cuál de los dos participantes de la segunda vuelta puede llegar a ganar esa pulseada por los votos de JxC.
Una primera mirada permitiría pensar que quienes optaron por Bullrich ahora estarán más inclinados por Milei, por tratarse de otra opción opositora y porque los discursos y propuestas de ambos tuvieron varios puntos de contacto, además de presentarse como vías para terminar con el poder kirchnerista. Pero la cuestión es más compleja que eso.
Uno de los elementos que interfiere con esa interpretación es el destrato que Milei le dedicó a Bullrich durante los últimos meses de campaña, al punto que la candidata de JxC anunció que le iba a iniciar una demanda por acusarla de «poner bombas en los jardines de infantes» cuando ella militaba en la izquierda peronista durante la década de los ’70. Pero además, en general, Milei fue duro y despectivo con el radicalismo en general.
Anoche, consciente de ese ruido generado por sus mensajes agresivos, Milei brindó un mensaje conciliador, instando a sumar fuerzas para la segunda vuelta «entre todos los que queremos un cambio» y planteando que si eso no se logra el kirchnerismo se quedará con otro mandato presidencial. ¿Será suficiente para hacer olvidar los ataques de las semanas anteriores?
Por otro lado, muchos votantes de Juntos se sienten en la encrucijada de tener que elegir entre dos alternativas que no les agradan. Massa les representa la continuidad del kirchnerismo pero Milei expone propuestas que no les inspiran adhesión, sobre todo cuando expone ideas muy extremas para defender la preponderancia de las leyes del mercado sobre todas las cuestiones.
Desde ese punto de vista, dentro de JxC puede haber una mayor simpatía hacia Milei por parte de los seguidores del Pro que de los del radicalismo, teniendo en cuenta que el libertario siempre habló elogiosamente de Mauricio Macri.
Por el lado de Massa, su discurso de anoche convocó directamente a los electores de Juan Schiaretti y Myriam Bregman, pero también se dirigió al radicalismo, destacando los valores tradicionales de la UCR (defensa de la convivencia democrática, republicanismo) y sugiriendo implícitamente que Milei se opone a ellos.
La carrera rumbo al 19 de noviembre está en desarrollo, y se avecinan semanas extremadamente intensas.