Día Internacional del Holocausto: ¿Por qué se conmemora hoy?
La elección del 27 de enero no es casual. Ese día de 1945, las tropas soviéticas liberaron Auschwitz-Birkenau, el mayor campo de concentración y exterminio de la Alemania nazi. Allí, entre alambres de púas y cámaras de gas, encontraron a más de 7.000 sobrevivientes que llevaban en sus cuerpos los rastros del hambre, la tortura y el trabajo forzado.
Auschwitz, ubicado al sur de Polonia, se convirtió en el símbolo del horror: de los 1,5 millones de personas que murieron allí, el 90% eran judíos.
¿Qué fue el Holocausto?
Según la Enciclopedia del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos (USHMM, por sus siglas en inglés), el Holocausto «fue la persecución y el asesinato sistemático de aproximadamente seis millones de judíos europeos, auspiciados por el régimen alemán nazi y sus colaboradores».
También llamado Shoah (una palabra hebrea que significa «catástrofe»), comenzó en 1933, cuando Adolf Hitler y el partido nazi llegaron al poder en Alemania.
El Holocausto, llevado a cabo entre 1933 y 1945 bajo el régimen de Adolf Hitler, marcó un periodo de persecución sistemática y genocidio que no conocía precedentes. Judíos, gitanos, homosexuales, presos políticos y otras minorías fueron consideradas «indeseables» y sometidos a una maquinaria de exterminio que dejó entre 50 y 70 millones de muertos durante la Segunda Guerra Mundial. Seis millones de judíos perecieron en esta tragedia, víctimas del antisemitismo, el racismo y la intolerancia.

La crueldad en cifras: el impacto de una tragedia global
El Holocausto dejó un saldo devastador en la humanidad, con cifras que reflejan la magnitud de esta tragedia. Entre 1933 y 1945, al menos 6 millones de judíos fueron asesinados sistemáticamente, lo que representó dos tercios de la población judía de Europa antes de la Segunda Guerra Mundial.
Además, las políticas de exterminio nazi cobraron la vida de entre 11 y 17 millones de personas consideradas «indeseables» por motivos políticos, étnicos, religiosos, sexuales o biológicos.
En el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, el mayor símbolo del horror nazi, se calcula que murieron entre 1,1 y 1,5 millones de personas. De estas víctimas, aproximadamente el 90% eran judíos, mientras que el resto incluía gitanos, homosexuales, presos políticos y otros grupos perseguidos. Más de 1,3 millones de personas fueron deportadas a este lugar, muchas de ellas en condiciones inhumanas, sin posibilidades de sobrevivir.
La crueldad del Holocausto no tuvo límites, alcanzando incluso a los más vulnerables. De los 6 millones de judíos asesinados, alrededor de 1,5 millones eran niños, cuyas vidas fueron truncadas en campos de concentración, guetos y ejecuciones masivas. Asimismo, más de 200.000 gitanos y 250.000 personas con discapacidades físicas o mentales fueron víctimas del régimen nazi.

La maquinaria del Holocausto fue posible gracias a una infraestructura masiva que incluía más de 1.600 trenes utilizados para deportar prisioneros a campos de concentración y exterminio.
Recordar para no repetir
La conmemoración de la fecha no solo busca honrar a quienes perdieron la vida, sino también transmitir un mensaje claro a las nuevas generaciones: el odio y la intolerancia no deben tener cabida en la sociedad.
En ese contexto, la ONU llama a los Estados miembros a desarrollar programas educativos que promuevan la memoria del Holocausto y a combatir cualquier forma de discriminación, xenofobia y violencia.