Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas: el recuerdo del conflicto que marcó generaciones
Se conmemoran 40 años de la Guerra de Malvina, uno de los episodios más controvertidos y tristes de nuestra historia reciente
«Si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla». La frase es de Leopoldo Galtieri, presidente de facto que ordenó la acción militar de las Fuerzas Argentinas con el supuesto objetivo de recuperar las Islas Malvinas.
La dijo cuando el conflicto bélico ya estaba desatado y esas palabras forman parte de la historia reciente del país, conocidas incluso por las generaciones que llegaron después de la Guerra.
Este 2 de Abril se conmemora el 40º Aniversario del Inicio de la Guerra de la Guerra de Malvinas que duró poco más de dos meses y dejó centenas de soldados argentinos muertos, más otros tantos afectados de por vida.
El Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas es una jornada de reflexión de homenaje, de especial recordación para los más de 600 soldados argentinos que dejaron su vida allá y otros tantos que dejaron su corazón.
Pero ¿qué pasó el 2 de abril? ¿Y después?
La guerra estuvo signada por motivaciones políticas que derivaron en la gran cantidad de compatriotas muertos. En Argentina, la Dictadura militar atravesaba un momento crítico. Se multiplicaban las denuncias por las violaciones a los derechos humanos y el pueblo ya le había sacado mayoritariamente el apoyo.
En 1981, la Junta Militar, integrada por Leopoldo Galtieri, Isaac Anaya y Omar Grafigna, relevó de sus funciones al presidente Roberto Viola y el propio Galtieri tomó la conducción del país. Cuentan las crónicas del momento que convencieron a Galtieri de tumbar a Viola si prometía avanzar con una reconquiste de las islas. Desde ese momento se empezó a planificar el avance.
El objetivo político de Junta Militar era recuperar la soberanía sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, ocupadas por los británicos desde 1833. Según un estudio, el procedimiento militar era «apto, factible y aceptable». Con un buen resultado recuperarían el apoyo popular.
En marzo se dio inicio a la Operación Rosario, que significó una operación anfibia que zarpó hacia las Malvinas. El 2 de abril de 1982 fue el desembarco en Puerto Argentino y el Ejército logró sacar al gobierno británico, estableciendo allí un gobierno militar que estuvo comandado por el general Mario Benjamín Menéndez. El movimiento de la Junta fue ejecutado sin mayores inconvenientes.
Pero el mismo 3 de abril las fuerzas británicas lanzaron la Operación Corporate para recuperar las islas. El militarismo británico tenía una amplia superioridad sobre Argentina, lo que hacía prever la derrota nacional.
El conflicto bélico reunificó al país detrás de la bandera, dejando de lado por un tiempo las críticas a la Dictadura. Además oficialmente informaban que se estaba «ganando» la guerra. Lo cierto era que los soldados argentinos tenían escaso equipamiento, contra un ejército británico que manejaba gran tecnología para esos tiempos.
Mientras tanto avanzaban también las conversaciones diplomáticas para encontrarle una salida pacífica al conflicto. El 8 de abril Alexander Haig, secretario de Estado de Estados Unidos, llegó a Argentina y mantuvo una reunión en Casa Rosada con Leopoldo Galtieri con el objetivo de que se depongan las armas. Incluso advirtió sobre la superioridad británica y avisó que de continuar con las tropas en Malvinas, habría guerra.
Galtieri hizo oídos sordos e inmediatamente después de ese encuentro salió con una actitud confiada al balcón y ante una multitud que mostraba su apoyo a las fuerzas argentinas dijo: «Si quieren venir, que vengan. Les presentaremos batalla».
Para ese momento, Reino Unido también atravesaba por un contexto de inconvenientes políticos. La situación económica era crítica y la imagen de la primera ministra Margaret Thatcher estaba en plena caída. Pero Thatcher mostró mano dura a la hora de encarar el conflicto bélico y eso provocó también que los ciudadanos británicos empiecen a confiar en ella.
Finalmente el manejo de la Guerra elevó la imagen de Thatcher a punto tal que ganó las próximas elecciones en el país. Una anécdota del sociólogo Pablo Alabarces, que estudió un doctorado en Inglaterra, cuenta que al llegar a ese país, sus compañeros más progresistas le decían de manera irónica: «Por culpa de la guerra nos comimos 10 años más de Thatcher».
Para junio las fuerzas británicas avanzaban con rapidez. Finalmente el 11 de ese mes se dio el último ataque británico para dominar diferentes territorios, un procedimiento que lograron cumplir con éxito. Eso permitió que durante los siguientes días continúen con su «recuperación» de territorios mientras las tropas argentinas se retiraban.
Finalmente el 14 de junio de 1982 el general Mario Benjamín Menéndez se rindió, contrariando con el deseo de Galtieri que quería continuar con la Guerra. El comandante de las fuerzas británicas Jeremy Moore aceptó la rendición y cesaron las hostilidades.
La derrota fue el tiro del final para la Dictadura Militar, que sumó un gran desprestigio en la población. El 17 de junio Galtieri renunció y el 18 pasó a retiro. Poco menos de un año después se habilitaban de nuevo los partidos políticos de cara a las elecciones de ese año para recuperar la democracia.
La aventura de Galtieri, aprovechada también por Margaret Thatcher, dejó un saldo de 649 muertos soldados argentinos en Malvinas, a lo que se le deben sumar entre 350 y 450 veteranos que se suicidaron. Por el lado de Reino Unido, registraron 255 muertes y 264 suicidios.