Coronavirus: Pfizer ya comenzó a trabajar en una versión de la vacuna contra la variante Ómicron
El laboratorio se comprometió a adaptar en un máximo de 100 días su vacuna para que sea efectiva contra cualquier tipo.
Bruselas tenía prevista la aparición de una variante del coronavirus que escapara a las vacunas existentes. En parte porque sus asesores, como el prestigioso virólogo belga Peter Piot, había advertido en varias ocasiones que la bajísima tasa de vacunación en medio planeta ayudaría al surgimiento de esas nuevas variantes.
La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, explicó este domingo en Riga una cláusula del contrato entre el Ejecutivo europeo y su farmacéutica de cabecera, Pfizer.
En el contrato firmado el pasado verano y por el que la empresa estadounidense, que produce la vacuna ideada por la biotecnológica alemana BioNTech, se comprometió a entregar a la Comisión Europea en 2022 1.800 millones de dosis (suficientes para administrar cuatro dosis a los 447 millones de habitantes de la Unión Europea), se incluye una cláusula desconocida hasta ahora.
Según Von der Leyen, la Pfizer se comprometió en ese contrato a adaptar en un máximo de 100 días su vacuna para que sea efectiva contra cualquier variante del virus. El contrato, aseguró Von der Leyen, se hizo “esperando lo mejor, pero preparándonos para los peor”.
La presidenta no aclaró si esa cláusula serviría igualmente para una adaptación de las vacunas actuales o para la creación de una vacuna nueva si la variante así lo exigiera.
La Agencia Europea de Control y Prevención de Enfermedades, la Agencia Europea del Medicamento y las farmacéuticas llevan días advirtiendo que los científicos necesitan entre dos y tres semanas para hacer las pruebas necesarias para determinar si esta nueva variante, bautizada por la Organización Mundial de la Salud como Ómicron, escapa o no a las vacunas.
La presidenta del brazo ejecutivo de la Unión Europea dijo desde Riga que la farmacéutica está en “una carrera contra el reloj” para saber si tiene que adaptar sus vacunas. Von der Leyen pidió de nuevo que la población tome todas las precauciones posibles para dar a los científicos el tiempo necesario para hacer sus análisis.
“Científicos y fabricantes”, en referencia a BioNTech y Pfizer, “necesitan de dos a tres semanas para tener una visión completa de las características de las mutaciones de esta variante Ómicron. Tenemos que ganar tiempo”. La presidenta volvió a pedir a los que no se han vacunado que lo hagan y a toda la población a respetar las mínimas medidas de distancia física y a seguir usando mascarillas.
La nueva variante, que se dio a conocer hace apenas unos días y que ya está extendida por medio planeta, fue detectada en casi todos los países de Europa occidental después del primer caso en Bélgica, el de una mujer egipcia que había pasado por Turquía.
Von der Leyen ya se reunió el viernes con varios de los científicos y patrones de farmacéuticas que desarrollaron las vacunas que más pretende utilizar la Comisión Europea, como Albert Bourla (Pfizer), Stephane Bancel (Moderna) y Ugur Sahin (BioNTech).
La nueva variante parece estar extendida ya por casi toda Europa. Y muchos casos ya son, como los detectados este lunes en Escocia, de transmisión comunitaria, de personas que no habían pisado el sur de África ni tenido contacto con nadie que hubiera estado en las últimas semanas en esa región. Londres convocó a los ministros de Sanidad de los países miembros del G7.
Semanas antes de que se detectara la nueva variante Ómicron en Europa los gobiernos del viejo continente ya estaban endureciendo las restricciones sanitarias ante el auge de la incidencia, de la ocupación hospitalaria y del número de muertes. Los datos que publica Sudáfrica muestran que la nueva variante es más contagiosa pero que no produce una enfermedad más grave.