China anunció que lanzará «acciones militares selectivas» en respuesta a la visita de Nancy Pelosi a Taiwán
China anunció este martes que lanzará «acciones militares selectivas» en respuesta a la visita de la presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, a Taiwán, en un momento en que las tensiones entre Washington y Beijing se disparan.
«El Ejército Popular de Liberación de China está en alerta máxima y lanzará una serie de operaciones militares selectivas para contrarrestar esta situación, defender resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial, y frustrar decididamente la injerencia externa y los intentos separatistas de ‘independencia de Taiwán’», dijo el portavoz del Ministerio de Defensa, Wu Qian, en un comunicado de condena de la visita.
Por otra parte, el Mando Oriental del Ejército Popular de Liberación dijo que llevará a cabo operaciones militares conjuntas cerca de Taiwán a partir del martes por la noche, y que lanzará misiles convencionales en el mar al este de Taiwán. Las maniobras incluirán ejercicios conjuntos aéreos y marítimos en el norte, suroeste y noreste de Taiwán, disparos reales de largo alcance en el Estrecho de Taiwán y lanzamientos de prueba de misiles en el mar al este de Taiwán, dijo el Mando Oriental.
Además, la agencia estatal Xinhua publicó un aviso de «importantes ejercicios militares y actividades de entrenamiento, incluidos simulacros con fuego real» en seis puntos alrededor de Taiwán, por lo que prohibió el ingreso de embarcaciones y aeronaves al mencionado espacio marítimo y aéreo desde el 4 de agosto hasta el 7.
Poco antes del aterrizaje de Pelosi, la propaganda china anunció que aviones caza Su-35 cruzaron el estrecho de Taiwán. Previamente, había enviado un buque destructor a unos 80 kilómetros de las costas de la isla de Lanyu, al sureste de Taiwán.
El viaje se concretó desafiando las múltiples advertencias de Beijing. «EEUU será responsable y pagará el precio por dañar la soberanía y la seguridad de China», expresó la mañana del martes Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Exteriores de China.
La situación fue comparada por la prensa china con la Crisis de los Misiles en Cuba de octubre de 1962, uno de los máximos momentos de tensión de la Guerra Fría. «Esta es la versión del Estrecho de Taiwán (también llamado de Formosa) de la Crisis de los Misiles en Cuba. Estados Unidos es el provocador. El mundo está observando si Pelosi va a apretar el gatillo con sus propias manos», advirtió el diario Global Times, instrumento de propaganda del régimen, en un comentario publicado en Twitter este martes.
Tras la llegada de Pelosi, China fustigó las acciones «extremadamente peligrosas» de Washington, que acrecentó las tensiones entre las dos superpotencias. «Estados Unidos (…) constantemente distorsiona, oscurece y vacía de contenido el principio de ‘Una sola China’», indicó un comunicado de la cancillería china, poco después de que el avión de Pelosi aterrizara en Taipéi. «Estas acciones son como jugar con fuego, extremadamente peligrosas. Y quienes juegan con fuego, morirán quemados», añadió.
El avión que trasladaba a la presidenta de la Cámara de Representantes aterrizó a las 22.43 hora local (14.43 GMT) en el aeropuerto Songshan de Taipéi. Ni la funcionaria ni el Gobierno de Taiwán habían confirmado si la gira que Pelosi lleva a cabo por Asia incluiría una visita a Taiwán, posibilidad adelantada por medios estadounidenses y taiwaneses.
Tras su arribo, Pelosi publicó un comunicado en el que explicó que su visita sirve para «apoyar» la democracia de la isla ante las «amenazas» que sufre por parte de Beijing. «Al viajar a Taiwán, honramos nuestro compromiso con las democracia y reafirmamos que las libertades de Taiwán y de todas las democracias deben respetarse». En su columna de opinión publicada en el Washington Post, defendió que Estados Unidos debe «apoyar a Taiwán», a la que tildó como una «democracia vibrante y robusta» que «está bajo amenaza» y criticó que en los últimos años «Pekín ha intensificado de forma dramática la tensión con Taiwán», con el aumento de operaciones aéreas en la zona, ataques cibernéticos contra agencias taiwanesas e intimidaciones contra países que cooperan con la isla.