Contra el coronavirus Crean un tratamiento con ibuprofeno que ya se prueba en Jujuy y Buenos Aires
Al igual que el plasma, busca evitar que las personas infectadas requieran respirador.
Por cuestiones de confidencialidad, no pueden informar la clínica de Capital en la que están están nebulizando con ibuprofeno a personas infectadas por el coronavirus. Pero en esos pacientes, los médicos tratantes ya aseguran que los resultados son tan alentadores como los que se comunicaron en Córdoba y, esta semana, también en Jujuy.
El ibuprofeno puede estar ahora mismo en la mesita de luz o en la guantera del auto de muchas personas. En las oficinas -cuando aún se podía ir-, ante el mínimo dolor, los blisters se convidan como caramelos. Es más, durante la menstruación las mujeres podemos llegar a tomar hasta 400 mg de en cápsulas blandas dos veces por día. ¿Cómo es que esta droga, tan común, tan accesible, puede frenar las muertes por la pandemia del coronavirus con solo una dosis de 50 mg por vez?
Esta es la historia de la terapia con ibuprofeno que crearon unos investigadores cordobeses y propone que, gracias a la nebulización, el medicamento actúe como «jabón» ante el covid-19.
A diferencia del plasma con anticuerpos de recuperados, detrás de este nuevo tratamiento hay un dejo de misterio.
“El plasma tiene mucha prensa porque ha sido estudiado y aplicado por muchos equipos en todo el mundo. Pero tiene también efectos no deseados. En cambio, en esta terapia nebulizante ya demostramos que el ibuprofeno es totalmente seguro. Contra el covid también se está utilizando en Gran Bretaña, pero en comprimidos ingeribles. El ibuprofeno es una droga que conocemos hace 60 años y debemos seguir dando pasos hacia adelante”, explica a Clarin Nestor García, el investigador del Conicet que desarrolló el proyecto en el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor), junto con la empresa Química Luar.
Este es un tratamiento de uso compasivo. El plasma ya es un ensayo clínico. Lo que separa a una terapia de la otra es la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), que sigue sin definirse sobre el ibuprofeno.
El 17 de julio, Química Luar, el laboratorio que desarrolla la fórmula del ibuprofenato (fuerte en sodio y en formato apto para nebulización), presentó todos los resultados y el protocolo para el ensayo clínico. «Yo no puedo responder por la demora de la ANMAT, pero debería haberlo resuelto en 15 días», sostiene García, que es el coordinador principal de los estudios en estos pacientes.
Aún así, en total, en los tres distritos ya se probó en 104 personas. La muestra “científica”, la que tiene todos los datos a presentar a la ANMAT, es de 53 pacientes que superaron el virus luego de estas nebulizaciones. Eran 54, uno murió por «falla multiorgánica», que es cuando empeoran pulmones, hígado y corazón.
Entonces, por ahora, el protocolo de terapia con ibuprofeno debe ser aprobado por el comité de bioética de cada institución de salud que desee aplicarlo. Mientras que en un ensayo clínico normal se requieren informes cada tres o seis meses, en este caso las autoridades sanitarias provinciales tienen la obligación de chequear la evolución de los pacientes cada siete días. Todo comenzó con las nebulizaciones de personas infectadas en el Hospital San Roque de Córdoba, después en clínicas privadas, luego en el Hospital San Roque pero de Jujuy y, desde hace muy poco, también en Buenos Aires.
Se aplica con una campana en el paciente -para evitar la aerolización del virus- dos veces por día, con una medida de 50 mg por nebulización. Desde Córdoba se capacita a los médicos que lo apliquen y se les envía la campana, además de la formulación nebulizante. Todo es industria argentina.
«Este uso compasivo dio resultados positivos cuando es utilizado en la fase inflamatoria del SARS-CoV-2. Logró que los pacientes no lleguen al nivel de deterioro en el que necesiten asistencia respiratoria mecánica (ARM). Lo aplicamos en pacientes de leves a moderados, con comorbilidades o sin enfermedades preexistentes. Funcionó muy bien en hipoxia severa (falta de oxígeno), en 48 horas ya estaban normales. Después está el período de asegurarse que todo siga bien. Esto es ciencia, no es el deseo que uno pueda tener. Por eso debemos y queremos seguir investigando», detalla García.
Según explica, la saturación de oxígeno del 100% de los pacientes tratados era normal al tercer día de tratamiento, y ningún paciente nebulizado por más de un día necesitó ARM. Por eso es que, al igual que el plasma, el Luarprofeno -el nombre comercial de la formulación- busca probar su potencial para reducir el uso de respiradores, el punto crítico para evitar el colapso del sistema de salud.
El ibuprofeno tiene muchas propiedades y, también, un efecto bactericida. Pero es insoluble en agua. En Córdoba lograron que sí lo sea. Ese es el ibuprofenato de sodio. Crearon una solución hipertónica (con alta concentración de sal) que se inhala en forma de vapor fino y que se usa desde 2018 para nebulizar a pacientes con fibrosis quísticaAA�, con el fin de aflojarles la mucosidad, algo deseable en los infectados por coronavirus. Así como la droga inactivaba las bacterias de esa enfermedad, sabían que también podía inactivar virus. Y el Sars Cov-2, que provoca la enfermedad respiratoria del Covid-19, es un virus.
El objetivo era que la nebulización reduzca la carga viral en las vías aéreas de los pacientes infectados. Que el ibuprofeno se intercale en la membrana lipídica del nuevo coronavirus, lo inactive y evite que se propague.
Un dato «de color», dice García, es que en Buenos Aires, por las complicaciones propias de la pandemia que demoraron la entrega y también por la cantidad de pacientes internados que están siendo nebulizados en el Área Metropolitana, se les acabó la formulación con Ibuprofeno. «Nos llamaron y nos dijeron, ‘Flaco, mandame más Ibuprofeno que está funcionando muy bien», cuenta.
El efecto más conocido del ibuprofeno es su poder antinflamatorio, y el SARS-CoV-2 produce una inflación en pulmones que a veces se transforma en una hiperinflamación y da lugar a los casos más graves. García asegura que al nebulizar se potencia este efecto de de la droga, porque ingresa al pulmón en presencia de una alta concentración de sal. Según la experiencia en pruebas de otros investigadores, el ibuprofeno también controlaría los mecanismos de entrada de los virus a la célula, por ejemplo, en el caso del Ébola, porque actúa sobre la actina, una proteína que les da estructura a las células. Todos son experimentos, vale aclararlo, al igual que las nebulizaciones de ahora contra el covid-19.
En cuanto a los resultados del tratamiento en Buenos Aires, desde Química Luar aseguran a este diario que “las historias de los pacientes recuperados se darán a conocer apenas lo permita la clínica”.