Macri en el Obelisco: «No nos vamos a quedar callados viendo cómo nos roban el futuro»
Aunque su discurso estaba anunciado para las 17.30, Mauricio Macri llegó pasadas las 18 al Obelisco, el epicentro de «La Marcha del Millón», y se abrió paso entre la multitud que lo recibió con aplausos y abrazos. «Los argentinos estamos hechos de amor y de fuerza. Todo esto se hizo por ustedes», dijo el candidato de Juntos por el Cambio.
«Ese 24 de agosto cuando salieron a la calle a decirme que no estaba solo y hoy estamos acá para decirles que ustedes no están solos», abrió Macri el acto en los pies del Obelisco. La movilización es la apuesta más grande del Gobierno para revertir el mal resultado de las PASO. Se trata de una estrategia electoral que llevó al Presidente a recorrer varias ciudades del país con el lema: «Sí, se puede».
El jefe de Estado hizo hincapié, sin mencionarlos, a sus principales rivales en las urnas: Alberto Fernández y Cristina Kirchner, referentes de los gobierno anteriores al macrismo. En ese sentido, pidió «no volver al pasado» y enumeró las principales críticas que se hicieron desde la oposición cuando la candidata a vice Cristina de Kirchner estaba al frente del Gobierno.
También hizo referencia a la «libertad perdida de los venezolanos» en referencia al régimen de Nicolás Maduro. Argentino fue uno de los principales destinos a los que llegaron desde ese país. Hugo Chávez, y después Maduro, fueron aliados de los K.
«Todos somos tan distintos pero todos unidos. Juntos defendiendo una forma de vivir y no solo de Argentina, también quiero saludar a los compañeros venezolanos que nos acompañan que defienden los mismos valores como la libertad que lamentablemente en su país perdieron», destacó.
«Acá estamos todos diciendo no más a la resignación, ni a desaprovechar oportunidades que no no queremos volver a repetir la misma historia. Estamos acá para decirle al mundo entero que sí se puede. No nos vamos a quedar callados viendo como nos roben el futuro. Ya lo vivimos muchas veces, con deditos, con atriles, con cancheriadas, con soberbia, con esa forma de concebir el poder que muchos argentinos rechazamos. Basta de eso».
«Tenemos que reconocer que muchas veces miró en silencio, a veces con miedo», señaló el Presidente. «Sin darnos cuenta, fuimos regalando espacios, dejando el país en manos de unos pocos que se creyeron dueños del Estado y de lo público. Fueron por todo hasta por nuestra libertad», dijo en alusión a la gestión kirchnerista.
«Dijimos basta, hasta acá llegaron. Nos dimos cuenta que la fuerza de nuestro país está en nuestras manos. Así es como se van formando las revoluciones, con pequeñas rebeliones. Esta es la rebeldía, pero la rebeldía de personas de paz. No queremos violencia, pero no estamos dispuestos a dejarnos llevar por encima una y otra vez», aseguró y clamó: «Basta de impunidad».
«Llegar acá fue más difícil de lo que pensábamos. Los problemas que teníamos que resolver eran mucho más de lo profundo que nos imaginamos», señaló en referencia a los números en rojo de la economía argentina. «Resolverlos lleva tiempo», justificó ante una 9 de Julio colmada de banderas argentinas. «No nos equivocamos cuando creímos que el cambio es posible», insistió pensando en la reelección.
«Demostramos que pudimos mejorar la educación y que pudimos integrarnos al mundo. Demostramos que podemos producir energía en Vaca Muerta o energías renovables en lugares que parecían olvidados y sin futuro, que pudimos hacer obras en todos los rincones de la Argentina sin corrupción. Demostramos que podemos dialogar, que podemos tener políticas sociales sin clientelismo, llevando al Estado a donde no llegaba», dijo.
«Nunca hicimos política dándole todo a los amigos y nada a los adversarios. Demostramos que se puede gobernar sin generar miedos ni odios», manifestó Macri en sintonía a las principales críticas al gobierno de los Kirchner. Y prometió: «El esfuerzo valió la pena. Estamos mejor paradas para crecer porque solucionamos problemas estructurales. Se viene una etapa de crecimiento de más trabajo, de mejor salario y de alivio para todos los argentinos».
«Vamos a tener desafíos que enfrentar pero no los vamos a resolver volviendo al pasado. No caigamos en espejismos, en las mismas promesas vacías de aquellos que nos defraudaron. Con ellos están las mismas frustraciones de siempre, los abusos que ya no queremos más. Los privilegios defendidos con mentiras y patotas. No caigamos otra vez».
«No aceptemos que los que destruyeron el país ahora nos digan con el dedo en alto que ellos son los que saben. No dejemos que las dificultades nos hagan dudar de lo que logramos. Ya tropezamos muchas veces con la misma piedra, ya conocemos ese camino». «Sigamos adelante, estoy para defenderlos y siempre los voy a defender», siguió.
«Estamos viviendo una semana histórica que va a terminar el domingo que viene. Una semana que vamos a recordar todos. Estamos haciendo patria. Tenemos que dar vuelta la elección». «Todos sabemos que el domingo 27 es la elección real y es una elección que define nuestro presente y nuestro futuro», afirmó. «Tenemos que salir a convencer a los que están dudando. Tiene que ser la elección con mayor asistencia desde 1983», pidió.
Al final, Macri le dedicó unas palabras al candidato a vice: «El gato tiene siete vidas, con (Miguel) Pichetto ahora tengo ocho», bromeó. También a su esposa: «Siempre está acompañándome», dijo sobre a Juliana Awada. La gobernadora María Eugenia Vidal no se subió al escenario. Vivió el acto entre el público presente.