Informe
Alarmante Dato: El 85% De Los Docentes De La Unne Está Bajo La Línea De Indigencia
La información surge de un informe de una docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas.
El conflicto entre el gobierno libertario y las universidades nacionales se profundiza mientras se multiplican las asambleas, toma de facultades, y debates públicos. En ese contexto, una docente de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) elaboró un informe sobre la situación de la comunidad universitaria en esa casa de estudios de Chaco y Corrientes.
De ese informe surgió un dato revelador: el 85% de los docentes de la Unne están bajo la línea de indigencia. Es decir, sus salarios no alcanzan a cubrir las necesidades básicas de sus familias.
En diálogo con DataChaco, la docente e investigadora de la Facultad de Ciencias Económicas, Valeria Ojeda, relató qué fue lo que la motivó a elaborar el informe: «Soy docente de primer año de la Licenciatura de Relaciones Laborales y doy la materia «Introducción a las relaciones de trabajo». Recibo muchos jóvenes de 18, 19 y 20 años y otros de más edad. Notaba entre mis estudiantes que había mucha información no verificada, que carecía de raíz científica, y en función de eso y entendiendo que los chicos y chicas se empezaron a organizar esta semana con asambleas y clases públicas luego del veto, decidí realizar este informe».
Actualmente existen un total de 7.497 cargos en la Unne, entre docentes y no docentes. Los cargos no docentes ascienden a 1.990 y los docentes son 5.507.Sin embargo, la cifra no refleja la cantidad exacta de trabajadores, debido a que muchas veces los cargos de dedicación simple pueden ser desempeñados por una misma persona.
Ojeda destacó que el objetivo del documento es «alimentar las conversaciones de los jóvenes en las asambleas. Echar luz sobre aquello que se dice respecto de la universidad pero no ha pasado por ningún filtro»
La Unne cuenta actualmente con tres categorías de dedicación: simple, con una carga horaria semanal de diez horas; semiexclusiva, con una carga horaria semanal de 20 horas; y exclusiva, con una carga horaria semanal de 40 horas.
En ese contexto, el 85% de los cargos docentes son de dedicación simple, mientras que el 11% son de dedicación semi exclusiva y solo el 4% son de dedicación exclusiva.
La docente e investigadora señaló que en este momento del conflicto «no estamos ante una demanda solamente de naturaleza salarial. Esto ya excedió la cuestión presupuestaria porque se han tocado fibras muy sensibles y elementos muy simbólicos de la educación pública y se los está tratando de una manera muy cruel. Eso es lo que está movilizando a ciertos sectores que antes no. Estamos viendo tomas en facultades que no tienen este tipo de tradición como en medicina o ingeniería».
En cuanto a los sueldos de bolsillo de los profesores universitarios, si se considera una antigüedad promedio de diez años, se establece que el 35% del personal docente exclusivo se encuentra bajo la línea de pobreza, no alcanzando a cubrir la Canasta Básica Total definida por el Indec.
Si se consideran las dedicaciones semi exclusivas, el 81% de los docentes universitarios se encuentran bajo la línea de pobreza, y el 19% bajo la línea de indigencia.
En cuanto a las dedicaciones simples, el total de los salarios docentes de dedicación simple se encuentra bajo la línea de indigencia.
Consultada acerca de las consecuencias que este conflicto puede tener a largo plazo, Ojeda advirtió sobre un posible «debilitamiento de toda la fortaleza que tiene la fuerza de trabajo argentina, especialmente sus profesionales que pasaron por la universidad pública y que han recolectado lo que nos hace destacarnos en muchas disciplinas. Se trata de miles de personas que día a día movilizan a la sociedad».
Ojeda remarcó que «si no invertimos ahora, luego vamos a terminar perdiendo capital humano. Estamos perdiendo trabajadores y trabajadoras ultra calificados que se formaron y hoy son formadores, pero se están yendo. Creo que esta va a ser una lucha con lo que sabemos hacer: enseñar, aprender, investigar y comunicar».
Hay algo innegociable en la sociedad argentina: todos creemos en la educación pública. Seas peronista, radical, del pro o lo que sea. Estoy hablando de las personas en el territorio. Y esa es la bandera que tenemos que sostener.
La situación de los estudiantes
El informe señala que a comienzos de cada año lectivo se realiza una encuesta anónima a los estudiantes que ingresan a la carrera de Relaciones Laborales en la Facultad de Ciencias Económicas, para relevar indicadores sociolaborales y académicos.
De esa encuesta surgen los siguientes datos:
El 87% de los estudiantes proviene de escuelas secundarias públicas o públicas de gestión privada.
Más del 30% de los estudiantes proviene de otras ciudades del Nea que no son Corrientes o Resistencia.
El 33% de los estudiantes desempeña algún tipo de actividad laboral.
De ese dato, las mujeres que trabajan y estudian triplican en número a los varones (74% a 25%).
Casi el 50% de los estudiantes recibieron becas o ayudas económicas estatales destinadas al apoyo de sus estudios.
El 34% de los ingresantes a la Licenciatura en Relaciones Laborales serán la primera generación universitaria de sus familias.
Realidad versus prejuicio
El informe también puntualiza sobre algunas declaraciones del presidente Javier Milei en las últimas semanas. El presidente había señalado que en la Universidad de Rosario hay 85.000 alumnos y 10.500 empleados, lo que representaría 1 empleado cada 8 alumnos.
En la Unne hay aproximadamente 11 estudiantes por cada trabajador docente / no docente.
Además, el gobierno impulsa el cobro de aranceles a estudiantes extranjeros que asistan a universidades públicas.
En la Unne, los estudiantes extranjeros representan el 0,9% de la matrícula total.
En los últimos días el presidente también aseguró que «la universidad pública solo le sirve a los ricos».
Sin embargo, la mitad de los alumnos de las universidades públicas son pobres. 65 de cada 100 son de clase media o baja y apenas 15 de cada 100 son de clase media o alta.
En cuanto a las denuncias del gobierno nacional por supuesta falta de auditorías, el informe remarca lo siguiente:
Las universidades se auditan por tres vías: mediante auditorías internas, por la Auditoría General de la Nación, dependiente del Poder Legislativo, y por la Sindicatura General de la Nación, dependiente del Poder Ejecutivo.