Desde el domingo, la Tierra tendrá dos lunas ¿Se podrá ver?
Se trata de un evento único que tendrá vigencia hasta el 25 de noviembre. Nuestro planeta ya ha tenido minilunas en varias ocasiones.
A partir del próximo 29 de septiembre, la Tierra tendrá orbitando a su alrededor dos lunas. El fenómeno astronómico tiene su origen en un pequeño asteroide conocido como 2024 PT5, que se sumará al ya reconocido satélite natural.
El asteroide fue descubierto el 7 de agosto por el observatorio ATLAS (Asteroid Terrestrial-Impact Last Alert System) en Sudáfrica y será capturado temporalmente por la gravedad terrestre, convirtiendo a nuestro planeta en una de dos lunas. El fenómeno durará hasta el próximo 25 de noviembre.
Fue detectado en un proyecto financiado por la NASA, cuyo objetivo es identificar objetos cercanos a la Tierra que podrían suponer un riesgo de impacto. Cabe destacar que el asteroide tiene un diámetro de apenas diez metros, lo que lo convierte en un objeto pequeño en comparación con otros asteroides.
La roca espacial podría tener entre 5 y 42 metros de diámetro, potencialmente mayor que el asteroide que entró en la atmósfera terrestre sobre Chelyabinsk, Rusia, en 2013.
Dicho asteroide, de entre 17 y 20 metros de tamaño, explotó en el aire, liberando entre 20 y 30 veces más energía que la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima (Japón) y generando un brillo mayor que el del sol. Los escombros de la roca espacial dañaron más de 7.000 edificios e hirieron a más de 1.000 personas.
Aunque la idea de tener dos lunas suena espectacular, este fenómeno no es nuevo. La Tierra ya ha tenido minilunas en varias ocasiones. Uno de los casos más recientes fue el del asteroide 2020 CD3, una miniluna que fue capturada en dicho año, y antes de ese, en 2006, la llamada 2006 RH120, que también orbitó el planeta por un tiempo limitado.
DÓNDE VER EL FENÓMENOS DE LAS DOS LUNAS
Según explica Carlos de la Fuente, autor principal de la investigación y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, al portal Space.com, el asteroide es demasiado tenue para ser observado con telescopios comunes o binoculares.
Caso distinto es el de los astrónomos profesionales, que al disponer del equipo necesario sí podrán verlo por medio de un telescopio con un diámetro de al menos 30 pulgadas, además de un detector CCD (Dispositivos de Carga Acoplada) o CMOS (Semiconductores Complementarios de Óxido Metálico).
Con estas herramientas, los profesionales podrán captar la tenue luz de un asteroide lejano y seguir su breve estancia alrededor de la Tierra.
La diferencia de estos detectores con respecto a los telescopios convencionales, que dependen de la observación directa a través de lentes, es que estos detectores convierten la luz en señales electrónicas que pueden ser procesadas por ordenadores para generar imágenes detalladas.