Javier Milei dejó afuera a la vicepresidente en la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas
En un ámbito donde todos la conocen, Victoria Villarruel no participó de la ceremonia de entrega de sables a Brigadieres, Almirantes y Generales. «No acostumbra ir donde no la invitan, admitieron desde su entorno.
En la noche del viernes quedó en clara evidencia un nuevo cortocircuito político entre el presidente Javier Milei y la vicepresidente Victoria Villarruel. El titular del Poder Ejecutivo encabezó la tradicional cena de camaradería de las Fuerzas Armadas y dio un discurso donde manifestó ser «el presidente que siempre los va a respaldar». Sin embargo, fue imposible ocultar la ausencia de su compañera de fórmula quien por sus lazos familiares ha acudido en otras oportunidades a ese acto, aun sin ser funcionaria elegida por el voto popular.
«Ella lamenta no estar presente. Conoce a todos ahí y le hubiera encantado participar de la actividad. Pero no tiene la costumbre de ir adonde no la invitan. Y nadie cursó invitación para que participe de la actividad», señalaron desde su entirno ante la consulta de diversos periodistas. Incluso, voceros del Ministerio de Defensa se mostraron sorprendidos. «Ella tenia su lugar y no sabemos qué pasó. Avisó 15 minutos antes que no venía», reconocieron desde el equipo de Luis Petri.
Según publica la agencia Noticias Argentinas «nunca le llegó la invitación por parte de la secretaría general de Presidencia», señalando así que este sería un nuevo capítulo de las rispideces entre Villarruel y Karina Milei, hermana del presidente. Ambas funcionarias jamás intentaron ocultar sus desavenencias, como aquel entredicho diplomático con Francia por sus dichos respecto del colonialismo que ejerció ese país. En esta oportunidad, en el contexto castrense y con los antecedentes familiares, la ausencia fue inocultable. A un costado del escenario acompañó al Presidente el ministro de Defensa, Luis Petri. Abajo, en primera fila, lo aplaudieron su hermana, secretaria general de Presidencia, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
La cena de camaradería de las Fuerzas Armadas es un acto con fuerte tradición porque es en el cual el jefe del Estado realiza la tradicional entrega de sables a los oficiales ascendidos al máximo rango en la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea.
El Presidente se hizo cargo del reclamo de la oficialidad que exige aumentos salariales. «Durante meses los argentinos pagamos los platos rotos de la fiesta con inflación. Ustedes también fueron víctimas de una estafa cuando les prometieron beneficios futuros incumplibles. Nosotros no vamos a desconocer la deuda histórica con nuestras fuerzas, vamos a recomponer sus salarios una vez que mejoremos la situación». También en su discurso, Milei incluyó guiños a su retórica partidista. «Como decía el general San Martín, alguien que la había visto, se necesita un Ejército de leones», señaló. Al final, terminó pidiendo disculpas para cerrar con su característico: «Viva La Libertad, Carajo». El mandatario corrigió y gritó un más ecuménico «Viva la Patria,Carajo». La oficialidad en el segundo caso sí se sumó a los vítores.