Miles de personas marcharon en Buenos Aires por el Día de la Memoria
Estela de Carlotto exigió una ley contra el negacionismo para sancionar a los funcionarios que desestimen los crímenes de lesa humanidad.
Los organismos de Derechos Humanos y agrupaciones políticas y sociales se concentraron este domingo, en la Plaza de Mayo, a 48 años del golpe militar, con columnas de miles de manifestantes que se movilizaron hacia la Casa Rosada.
La presidenta de la agrupación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, fue la primera oradora en el acto, y expresó que «las constantes provocaciones del gobierno de Milei y Villarruel violan todos los pactos internacionales que tienen rango constitucional».
Asimismo, sostuvo que «la democracia tiene una enorme deuda todavía, que es restituir la identidad de unas 300 personas, la mayoría nacida en las maternidades clandestinas de la dictadura».
«Frtente a este Gobierno que pretende restablecer la teoría de los dos demonios y reivindica el terrorismo de Estado, seguimos reclamando una ley contra el negacionismo que sancione a funcionarios y funcionarias que desestimen los crímenes y a sus víctimas. Vamos a seguir defendiendo la política de Memoria, Verdad y Justicia, construidas sobre consesos democráticos y sostenido por trabajadores», afirmó.
Por su parte, Taty Almeida, integrante de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, afirmó que «hay 30.000 razones para defender la patria», y agregó: «A donde vayan los iremos a buscar».
En su discurso, remarcó que «la unidad política, sindical y de los movimientos de derechos humanos es mandato urgente para organizar la resistencia».
A su vez, Adolfo Pérez Esquivel, exigió «la continuidad de políticas de Memoria, Verdad y Justicia impulsadas por la Secretaría de Derechos Humanos, además de la preservación de los espacios de memoria para la educación, archivo y protección».
«Rechazamos el negacionismo y la apología del terrorismo de Estado», expresó el premio Nobel de la Paz, y agregó: «Son 30.000, la afirmación de la identidad de un pueblo que lucha. Casi un siglo después nos seguimos preguntando ¿dónde están? ¡Rompan el silencio!».