Caputo dijo que hubo equilibrio de las cuentas en enero por primera vez en 8 años
Esto se atribuye en gran medida a la reducción de gastos, en un contexto de caída de la recaudación en términos reales y la presión del pago de deuda concentrada en enero y julio.
En medio de la incertidumbre generada por la falta de aprobación de la Ley de Bases y las expectativas negativas en el mercado, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un dato sorprendente que, si bien no disipa todas las tensiones, ofrece un respiro: en enero se registró un superávit primario, marcando el primer equilibrio financiero en los últimos 8 años.
Este resultado, calificado como «atípico» por el economista Nadín Argañaraz del IARAF, es un hecho que no se observaba desde 2015, cuando el peso de los servicios de la deuda era significativamente menor. Desde entonces, la tendencia al desequilibrio fiscal se mantuvo, agravada por el protagonismo creciente de los servicios de la deuda en relación con el resultado primario.
Según Argañaraz, alcanzar un resultado positivo o neutro en el balance primario, que excluye el pago de intereses de la deuda, es menos común durante el primer mes del año. Sin embargo, el año pasado fue una excepción, registrando el déficit más alto en enero de los últimos 8 años.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, destacó en redes sociales que alcanzar el equilibrio financiero en enero de 2024 es un logro significativo, siendo la primera vez en más de 10 años. Aclaró que el resultado financiero se obtiene restando los intereses del resultado primario.
El logro se atribuye en gran medida a la reducción de gastos, en un contexto de caída de la recaudación en términos reales y la presión del pago de deuda concentrada en enero y julio. Según el IARAF, la variable clave fue el recorte de gastos, una estrategia que será validada o cuestionada cuando se revelen los datos oficiales el 20 de este mes.
La batalla política entre el Gobierno central y las provincias se evidencia en la reducción a cero de las millonarias transferencias discrecionales que las 24 jurisdicciones recibieron hasta el año pasado. Un informe del IERAL señala que las transferencias no automáticas se limitaron a $200 millones, en comparación con los más de $ 45.000 millones del año anterior. La provincia de Buenos Aires, anteriormente la mayor beneficiada, recibió apenas $ 50 millones frente a los casi $38.000 millones de enero pasado.
La Ciudad de Buenos Aires fue la única «ganadora» en este ajuste, recibiendo $ 74 millones en enero de este año, en contraste con los $ 9 millones del año pasado. Trece provincias no recibieron ninguna transferencia en este nuevo escenario, intensificando la tensión política en torno a la distribución de recursos.