El papa Francisco recibirá al presidente Javier Milei el 11 de febrero
El mandatario nacional será recibido por el Sumo Pontífice en una audiencia privada, la cual se llevará a cabo durante los eventos de canonización de Mama Antula.
En un acto de aproximación tanto político como personal, Javier Milei será recibido por el Papa Francisco en una audiencia privada, la cual se llevará a cabo durante los eventos de canonización de Mama Antula. La ceremonia oficial será el 11 de febrero, en la Plaza de San Pedro.
Esta figura, quien fue beatificada por la Compañía de Jesús, desempeñó un papel crucial en la evangelización de los pueblos originarios de Santiago del Estero.
El jefe de Estado argentino ya había demostrado señales en tratar de dejar atrás sus diferencias con el líder de la Iglesia católica. Este jueves, a través de la cuenta oficial de X de la Oficina del Presidente Javier Milei, el mandatario nacional invitó formalmente al papa Francisco para que arribe a Argentina. Minutos antes, el vocero Manuel Adorni, había adelantado la noticia.
«Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a la Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria, conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto«, escribió Milei en la carta fechada el 8 de enero en Buenos Aires.
Milei experimentó diversas posturas en relación con Francisco a lo largo de la campaña presidencial, inicialmente criticándolo y posteriormente disculpándose por sus excesos.
El Papa ha mencionado públicamente la posibilidad de visitar el país en 2024, aunque expresó su deseo de que el nuevo gobierno mostrara apertura hacia su llegada. Desde su elección como Papa en 2013, Bergoglio no ha regresado a Argentina.
LA CARTA COMPLETA
Agradezco su muy significativo llamado telefónico del 22 de noviembre, luego de mi elección como Presidente. Valoro sus sabios consejos y sus deseos de coraje y sabiduría para mi persona, ten necesarios para encarar el desafío de dirigir los destinos de nuestra Patria y de nuestros conciudadanos.
En lo personal, sus palabras fueron un gesto de aliento, además de afianzar mi convencimiento sobre la urgencia de transformar la realidad que atraviesa nuestro país para asegurar la paz y prosperidad, mediante las reformas sociales y políticas que son tan necesarias.
También aprovecho esta oportunidad para agradecerle la participación de la Santa Sede en la ceremonia de mi asunción como Presidente de la Nación el pasado 10 de diciembre, al enviar como su Representante al Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Alberto Ortega Martin.
Santidad, los argentinos atravesamos tiempos de aflicción y de esperanza.
Observamos a nuestro alrededor cómo la pobreza con sus diferentes rostros y consecuencias alcanza a la mitad de todos nuestros compatriotas. Nuestra economía se encuentra en estado crítico y es preciso adoptar medidas urgentes para evitar una catástrofe social con consecuencias dolorosas.
Teniendo presente su consejo de tener la sabiduría y el coraje necesarios, en mis primeras semanas de gobiemo he procedido a proponer una serie de medidas de gobierno destinadas a transformar la situación que la República Argentina padece hace décadas.
Somos conscientes que estas decisiones pueden profundizar inequidades, por lo que nuestra prioridad máxima es proteger a nuestros compatriotas más vulnerables, agradeciendo la colaboración de la Iglesia Católica, cuya acción en el campo social es invalorable.
Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada Patria. conforme a las fechas y los lugares que nos sean indicados, teniendo presente el deseo generalizado de nuestras ciudades, provincias y pueblos de contar con Su presencia y transmitirle su filial afecto.
Como Presidente de la Nación Argentina, considero que su viaje traerá frutos de pacificación y de hermanamiento de todos los argentinos, ansiosos de superar nuestras divisiones y enfrentamientos.
Su presencia y su mensaje contribuirán a la tan deseada unidad de todos nuestros compatriotas y nos brindará la fuerza colectiva necesaria para preservar nuestra paz y trabajar por la prosperidad y el engrandecimiento de nuestra querida República Argentina.
Sé que el tiempo es escaso. Aún asi, espero que pueda viajar para la alegría general de todo el pueblo argentino. Reitero a Su Santidad las seguridades de mi más alta consideración y respeto por su obra y su persona.