Estiman que la baja del consumo mantendrá el precio de la carne
La merma oscila entre 30 y 40 % desde la posdevaluación. Bajas expectativas en que la mayor oferta se traduzca en la baja del precio final.La tan alta como inusual suba que tuvo el precio final de la carne vacuna no podía tener otra respuesta que al margen de que se trate uno de los productos fundamentales para la mesa familiar, en el contexto de crisis que vive el país con la inflación como una de las principales variables no pudiera darse otra respuesta que no sea la baja del consumo.
se dialogó con referentes del sector que pusieron en cifras el impacto que se observó y adelantaron que si bien no existe rubro en el que no impere la incertidumbre en cuanto a costos de referencia, en el cárnico esta merma en las ventas sumado a otros factores permiten al menos algunas conclusiones.
«En 18 años jamás vi un aumento así», asevera Julio Augusto desde una mirada de la importancia del salto en los valores.
No obstante, señala que el precio de la invernada o lo que recibían pequeños productores estaba muy depreciado que se hacía impostergable una actualización para mantener niveles tanto de sostenibilidad de los predios como de rentabilidad.
Los precios luego de lo que fueron las elecciones primarias aumentaron entre un 40 y 50 por ciento a consumidor final cuando la depreciación de la moneda fue del 22 por ciento, pero operadores cárnicos recalcan que venía retrasado en relación a las modificaciones del costo de vida.
Así, si bien hay valores dispares hoy, los cortes que se conocen como pulpas oscilan entre los 2900 y los 4000 pesos y el asado puede abonarse entre los 3000 y 3500 el kilo.
FEEDLOT
El feedlot es el modelo ganadero que se utiliza para la cría y alimentación de los animales que luego se consumen, que consiste en que el vacuno engorde a razón de un kilo por día hasta llegar a un límite del que los productores no pueden pasarse porque de lo contrario cuando venden su el bien se lo califica de otra forma con un valor menor.
La lógica indica que ante la baja en el consumo, esto llevará a que exista una mayor oferta por comercializar con la intención de recuperar ventas y para ello debería reducirse el precio que abonan los carniceros.
Así, si el traslado es al resto de los eslabones, hasta llegar a las bateas parece complicado fundamentalmente porque todavía es muy reciente el hecho de que esa mayor disponibilidad que tendrán los productores representará necesariamente una baja en el precio.
Por lo pronto si no bajará el costo final se cree que la coyuntura llevará al menos a mantener en los mismos o similares los montos que actualmente se abonan por la carne vacuna , con una caída de consumo que habrá que ver si se mantiene en el tiempo.