El Presidente fue trasladado a un hospital tras descompensarse antes de entrar a la cumbre de líderes del G20.
Alberto Fernández fue evaluado por los médicos tras la descompensación que sufrió en el inicio del G20. Luego de que inicialmente se manifestara como un cuadro de “hipotensión y mareos”, cuatro horas después los médicos le diagnosticaron «una gastritis erosiva con signos de sangrado».
“El presidente Alberto Fernández fue evaluado médicamente y se diagnosticó una gastritis erosiva con signos de sangrado», indicó el segundo parte médico que emitió la Unidad Médica Presidencial, cerca de las 15.30 de Indonesia, once horas menos en la Argentina.
“Recibió el tratamiento médico adecuado encontrándose en buen estado de salud y reanudando sus actividades con control médico”, completó.
Recién tras esos estudios desde el Gobierno confirmaron que el jefe de Estado había sido trasladado en una ambulancia al Sanglah General Hospital.
Allí le hicieron estudios y le dieron suero.
«Este equipo mantendrá informada a la opinión pública de la evolución médica del señor Presidente de la Nación», agregó el parte que lleva la firma de Federico Saavedra, jefe de la UMP.
Hubo una definición que surgió de la comitiva y no está escrita en el parte que inquieta: “Fue un episodio complicado. Sangró mucho y eso le provocó la descompensación”.Pese a ello, indicaron que el jefe de Estado tiene previsto retomar lo más importante de lo que le queda de su agenda: la primera reunión bilateral en Indonesia, con el presidente chino Xi Jinping.
Fernández había llegado al centro de convenciones ubicado en el Hotel The Apurva Kempinski a las 9.05 de Indonesia (once horas menos en la Argentina) junto al ministro de Economía, Sergio Massa, y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, y se había mostrado de buen humor.
Al arribar, saludó al presidente de Indonesia, Joko Widoko, tal como precisó en su cuenta de Twitter: «Mantendré reuniones con líderes mundiales y disertaré en encuentros y sesiones plenarias sobre salud, seguridad alimentaria y energética, infraestructura e inversión global».
Pero cuando se aprestaba a enfilar rumbo al salón para dar su discurso sufrió una descompensación y tuvo que ser atendido. Por recomendación de los médicos, salió para hacerse estudios.
Según el primer comunicado de Presidencia había padecido “un episodio de hipotensión y mareos”.
“Por tal motivo se decidió realizar los estudios de diagnóstico de rigor a fin de preservar su salud y evitar complicaciones”, completó.
Desde la comitiva oficial aseguraban un rato más tarde, pasado el mediodía en Bali, que “ya está bien”, en un intento por desdramatizar.
Una fuente aventuró que “puede haber sido un golpe de calor ó el jet lag». En Bali, al mediodía, el clima no daba tregua: 29 grados y 83 por ciento de humedad.
Hasta entonces todo era confusión: apenas había trascendido que fue acompañado por el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, y personal de la Casa Rosada. Luego, se supo que al hospital lo acompañó Budi Gunadi Sadikin, ministro de Salud de Indonesia.
En las últimas semanas el jefe de Estado había arrancado una estricta dieta que le había permitido bajar diez kilos. El propio mandatario había revelado su curioso plan de alimentación al revelar que su dieta “consiste en no comer”.
“Me puse a hacer una dieta que la inventé yo. Es la dieta de Alberto”, contó en FutuRock. En París, en el primer tramo de la gira, Fernández había mantenido su cuidado en las comidas. De todos modos, es prematuro para asegurar ó descartar que eso influyó en el cuadro que padeció.
Con todo, su lugar en la primera parte del G20 fue ocupado por el canciller Santiago Cafiero, quien expuso en la sesión sobre “Seguridad Alimentaria y Energética”. El ministro planteó la posición argentina ante la invasión de Rusia en Ucrania. Condenó la guerra sin mencionar a Vladimir Putin e instó a las partes a retomar las negociaciones por la paz. Pronunció casi el mismo discurso que le había preparado a Fernández.
Alberto F. también se bajó del almuerzo de líderes del G20, en el Ocean Front Lawn. Cafiero ahí compartió escena con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
El canciller también lo reemplazó en su exposición en el segundo panel, sobre Salud.
En la reunión de la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Global (PGII), un evento organizado por el presidente estadounidense Joe Biden, lo suplantará el embajador en Washington, Jorge Argüello.
Tras ser atendido, y con los cuidados médicos, Fernández mantuvo su primera bilateral, con el presidente de China, Xi Jinping, prevista para las 17.30 hora local.
En el Gobierno, más allá de celebrar su presencia, admiten que se llegó evaluar cancelar toda la agenda en Bali: “La prioridad es la salud, nos pegamos un susto”