Explotación sexual infantil en Internet: descubren un caso por semana en Chaco
La División Delitos Cibernéticos contra Niños y Adolescentes del Departamento de Cibercrimen de la Policía de Chaco detecta un promedio de un caso autóctono por semana relacionado a la explotación sexual infantil.
En contacto con Diario Chaco , el jefe de la División Delitos Informáticos, Carlos Ramírez, informó que reciben «un caso a la semana o tres casos al mes» mediante denuncias de padres o informes del International Centre for Missing & Exploited Children (ICMEC) que reporta subidas de material que involucran a IP’s locales.
«Denuncian que dentro del dispositivo del menor tuvo inconvenientes, hay subida o producción de material de abuso sexual en las que los chicos son de alguna u otra forma sometidos de manera coercitiva o amenazante para que produzcan ese tipo de material», contó.
El funcionario policial remarcó que «el término correcto para la mal llamada pornografía infantil es abuso sexual infantil, porque la pornografía está referida al material adulto y consentido por un adulto que firma un contrato con una compañía cinematográfica».
«Aquí la integridad sexual de niños y adolescentes se ven cercenadas, coartadas o perdida la inocencia de los menores. En función de que siempre hay un adulto que corrompe al menor», dijo.
Ramírez explicó el procedimiento que realizan al recibir este tipo de casos, derivados por la Fiscalía de Delitos Informáticos, a cargo de Víctor Recio, y por la ICMEC, una ONG con sede en Estados Unidos que tiene un convenio con todas las empresas tecnológicas, las cuales son multadas en caso de que no informen cuando dentro de su plataforma exista circulación de material de abuso sexual infantil.
Los especialistas se abocan a toda la investigación tecnológica y de campo para ejecutar los allanamientos en los lugares que se identifican. Luego secuestran los dispositivos electrónicos utilizados para someterlos a peritaje en laboratorio, los cuales «son medios de prueba para la imputación».
Para estos casos se realiza un abordaje integral con un equipo de médicos y psicólogos, con quienes trabajan de manera coordinada con personal de Niñez y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Social para «darle una contención tanto a la familia como a las víctimas de este tipo de flagelo».
«También venimos trabajando con charlas de concientización dentro de los institutos educativos tanto primarios, secundarios, terciarios y universitarios. Necesitamos de gente que sea formadora en cuanto a este tipo de delitos que son muy especiales y hacer un abordaje integral para tratar de no asustar a los niños ni a los padres», mencionó.
Y señaló que buscan «abrir los ojos para que cuando un niño tenga este tipo de incidentes sepan cómo actuar. Escuchar al niño es lo más primordial, además de cuidados, prevención, cerramiento de dispositivos, entre otras».