Biden prohíbe las importaciones de petróleo ruso: “Ucrania nunca será una victoria de Putin”
Joe Biden se resistía, pero finalmente tomó una decisión destinada a golpear directamente el corazón de la economía de Rusia: el presidente estadounidense prohibió este martes la importación del petróleo, gas y carbón ruso a los Estados Unidos, una drástica medida que podría derivar en un aumento global de los precios del crudo y que no fue acompañada, al menos por ahora, por sus aliados europeos.
«Ucrania nunca será una victoria para Putin», sentenció Biden, al anunciar la prohibición desde la Casa Blanca.
Explicó que esta decisión se tomó para «asestar otro duro golpe» a su par ruso y en «en estrecha coordinación» con los aliados de Estados Unidos, en un momento en que los países europeos, mucho más dependientes de los hidrocarburos rusos, se resisten a adoptar igual medida. Sin embargo, Gran Bretaña seguirá los pasos de EE.UU. hacia fin de año.
Estados Unidos y los países de Europa han desatado una ola de sanciones contra Rusia en respuesta a la invasión en Ucrania, pero hasta ahora habían tratado de evitar apuntar al sector petrolero del país, que es el motor de la economía rusa, por temor a que limitar las ventas de petróleo pudiera llevar a que el crudo se dispare a nivel mundial y contribuyera a elevar la inflación global.
Igualmente, los precios del petróleo ya han subido un 58% desde principios de año y el lunes se acercó a los 140 dólares por barril.
La medida es la más drástica contra el Kremlin que se ha tomado hasta ahora. Rusia es el tercer mayor productor de petróleo del mundo, responsable de más del 10% del suministro mundial, según datos de la Administración de Información de Energía de Estados Unidos. Sus exportaciones representan el 7% del mercado mundial, la mitad de las cuales van a Europa.
La situación en el Viejo Continente es diferente y por eso por ahora se resiste a acompañar las medidas de EE.UU. La UE importa el 40% de su gas de Rusia y el 27% del petróleo que consume el bloque proviene de Rusia. El impacto de una medida drástica sería mucho mayor que en EE.UU.
Aunque Estados Unidos es el mayor productor de petróleo del mundo, todavía importa millones de barriles cada día desde otras partes del mundo porque el país consume más petróleo que lo que las empresas extraen a nivel nacional.
El petróleo ruso es una pequeña proporción del crudo que importa Estados Unidos. Alrededor del 8% de las importaciones estadounidenses de petróleo y productos refinados, alrededor de 672.000 barriles diarios, provinieron de Rusia el año pasado, según datos de la EIA. De eso, el crudo de Rusia representó aproximadamente el 3% de las importaciones de la nación, alrededor de 200.000 barriles por día.
Estados Unidos obtiene la mayor parte de sus importaciones de crudo de Canadá, México y Arabia Saudita.
Presión sobre Biden
Desde hace varios días, Biden enfrentaba fuertes presiones de legisladores demócratas y republicanos para que tomara medidas sobre el tema. Pero, en un año electoral (en noviembre habrá legislativas en EE.UU.), Biden buscaba hacer lo posible para proteger los bolsillos de los estadounidenses que ya vienen soportando aumentos récords en los surtidores.
De hecho, mientras el presidente anunciaba las medidas en la Casa Blanca, el galón de nafta (3,7 litros) llegaba a 4,20 dólares, una cifra nunca vista en la historia de este país.
Algunos de los asesores de Biden le habían expresado su preocupación de que una prohibición de las importaciones rusas podría disparar aún más los precios en las estaciones de servicio.
En los últimos días, y mientras se agravaba la ofensiva de Rusia sobre Ucrania, Biden comenzó a analizar más seriamente la prohibición. Fue importante en su decisión un discurso del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, en el que criticó la “inacción” de Occidente mientras su pueblo se desangra en la guerra.
Pero pesó, sobre todo, la llamada que Zelenski hizo el sábado a los legisladores estadounidenses, a quienes pidió directamente que apoyen una prohibición de las importaciones de petróleo ruso. La medida tiene apoyo bipartidista en el Congreso. Los legisladores pusieron en marcha un proyecto de ley que podría estar listo esta misma semana.
La dependencia de Europa del petróleo ruso hace que cualquier decisión sobre la prohibición de las importaciones rusas en el continente sea particularmente complicada. Funcionarios estadounidenses dijeron que han estado en comunicación regular con aliados en Europa mientras discutían la prohibición.
Exxon Mobil Corp., BP, PLC y Shell PLC anunciaron planes para salir de las operaciones rusas la semana pasada.
Washington, corresponsal